El barroco es junto con la época normanda y los templos griegos uno de los momentos artísticos más importante de la Isla. Se trata de un barroco muy teatral e impactante que recibe sus influencias de los Austrias y de los arquitectos que trabajan en Sicilia y se formaron en Roma. Por ello, junto con la profusión de estucos y el gran horror vacui vemos otras obras que nos recuerdan el barroco más clasicista, influenciado por líneas más auteras que aluden a un renacimiento manierista como tendremos ocasión de ver.
La influencia de los poderosos jesuítas se ve en otras órdenes menores como los Teatinos, que eclosionan con el barroco más recargado de la Contrareforma. Éstos, en su iglesia de San Giuseppe del Teatini ai Quiattro Canti de Palermo, cubren su cúpula, con el Triunfo de los Teatinos, una magnífica obra de Guillermo Borremans y decoran sus pechinas con los cuatro Evangelistas que realizó Guiseppe Velasquez. En la imagen superior vemos este sabor barroco tan conocido y tan recargado.
La catedral de Catania dedicada como no a Santa Ágata (Patrona plenipotenciaria de la ciudad que cuenta con más de nueve iglesias con su advocación y cuyas "tetillas", son hoy, el dulce por autonomasía de la ciudad) fue construida en el siglo XI pero hoy sólo quedan una pequeñas termas que recuerdan aquella construcción que sería destruida por las lenguas de lava del Etna en 1693. En la actualidad una espectacular plaza dedicada al símbolo de la ciudad: el elefante.Se completa con diversas y variadas construcciones barrocas como el Palacio de los Elefantes y la Puerta de Uceda:
Esta plaza, como no obra del inefable Vaccarini, se inspira en el romano elefante de Minerva de Bernini, que sujeta un obelisco egipcio con alusiones al culto a Isis que viene del circo romano. El elefante símbolo de la inteligencia y la longevidad está hecho en piedra lávica y enmarca el palacio de los elefantes, hoy sede del consistorio de Catania. En su interior encontramos una carroza que sólo se utiliza en el día de Santa Ágata y excepcionalmente se utilizó en el funeral del gran compositor catanés: Bellini.
Tumba de Bellini en el interior de la catedral de Catania
Vista de la magnífica cúpula de la Badia di Santa Ágata, obra maestra del arquitecto de la catedral: Vaccarini
Fuente del Amenano que junto con la puerta de Uceda cierran la plaza
Esta plaza se abre a la gran vía Crociferi que acoge todos los grandes palacios barrocos e imponentes iglesias como la de Badía Grande que da paso al colegio de los jesuitas
Esta imponente iglesia barroca, muy actual, está precedida por esta torre de restos más arcaicos que sustentan una impresionante campana que permiten ver en toda su extensión el estrecho de Messina:
Otra pequeña joya que relaciona las influencias renacentistas y barrocas es la fuente de Orión frente a la catedral de Messina. Esta fuente que sobrevivió a los terremotos es obra de Angelo Montorsoli en 1547. Tumbados sobre la pila inferior están los ríos Camaro (de Messina), Tiber, Ebro y Nilo. Sobre dos pilas sustentadas por tritones y mujeres respectivamente, la estatua de Orión sobre angelotes.
Esta plaza cuenta con un campanario construido en 1908 que acoge un peculiar carrillón que recuerda en su parte inferior los efectos del trágico terremoto acaedido en la ciudad.
De vuelta a Palermo encontramos uno de los climax barrocos sicilianos, es el chaflán teatralizado de los Quattro Canti. Su nombre oficial Piazza Vigliena, recuerda al marqués de Villena, virrey bajo cuyo mandato se finalizó la decoración. En 1600, el virrey Maqueda trazó una gran avenida pendendicular al Càssaro (la calle que unía el mar con el Palacio Real), a lo largo de la cual se iría desarrollando la ciudad en su prolongación con el viale della Libertà.
En el cruce de ambas calles se construyó esta escenografía barroca(también llamado Teatro del Sol) proyectada por Giulio Lasso y destinada a ser el centro de las celebraciones religiosas y profanas. Las fachadas cóncavas de cuatro palacios se estructuran en tres plantas de estilos dórico, jónico y corintio. En el primer orden, cuatro fuentes presididas por las alegorias de las cuatro estaciones. En el segundo orden las estatuas de los reyes españoles Carlos V, Felipe II, Felipe III y Felipe IV. Sobre ellos, las estatuas de las cuatro santas protectoras de Palermo: Oliva, Ágata, Ninfa y Cristina. Faltaría Santa Rosalía, la gran patrona de la ciudad pero sus restos todavía no habían sido descubiertos. Barroco teatralizado en estado puro.
Como bello complemento San Giuseppe del Teatini, dónde el barrroco siciliano muestra todas sus caracteristicas:
impresionantes altares con profusión de estucos y candelieri
imponentes capiteles con sus simpáticos putis en estuco
Una cúpula en el crucero sin desperdicio
y como no,s todo cubierto de grandes traspantojos. Barroco contrareformista en estado puro
Estas figuras recuerdan el sabor manierista de Miguel Ángel
Se crea un gran espacio fruto de ese urbanismo vinculado a este período artístico:
y una gran profusión de bellas esculturas.....
....que incluyen un catálogo de bustos animales
La Martorana, que también se conoce como Santa María del'Ammiraglio, tiene una parte de bellos mosaicos que ya abordamos en anteriores posts, pero aquí mostramos la no muy afortunada innovación barroca que genera una cierta mezcolanza poco entendible desde el punto de vista artístico.
Estos añadidos del siglo XVI, están recubiertos por bóvedas pintadas en 1717 por Borremans que se mezclan con los bellos mosaicos de la coronación de Roger II y la ofrenda del almirante Giorgio.
La mezcla de motivos barrocos y normandos se suceden
Los suelos de esta iglesia y de la contigua de San Cataldo muestran este gusto por las taraceas en mármol que tanto nos recuerdan el renacimiento italiano
En la zona del Mercado de Ballarò las iglesias barrocas se suceden
La Porta Nuova marca algunos de los edificios y restos de renacimiento imperial vinculado a los Austrias que preludían la eclosión barroca posterior.
La Puerta Nueva no es el único recuerdo a Carlos V que como hemos visto aparce en los Quattro Canti. En la plaza de Bologni, junto al Palacio de Villafranca, tenemos esta peculiar estatua con esta alegoria de la Hidra de las Siete Cabezas que podría recordar los trabajos de Hércules y las victorias del Emperador en Túnez
El patio de entrada a la capilla Palatina de clara influencia renacentista da paso a unos frescos barrocos de Giuseppe Velasquez que podemos apreciar en estas imágenes:
Catedral de Cefalú, Virgen con el Niño de Antonello Gagini (1533). Esta imagen tambien muestra ese tránsito entre el renacimiento y barroco sicilianos
La Catedral de Palermo es el paradigma del sincretismo cultural y constructivo siciliano dónde una discordante cúpula barroca de época borbónica adelanta el interior de este edificio.
En este emplazamiento existió una iglesia bizantina que los musulmanes transformaron en mezquita (algunas torres nos recuerdan a minaretes) y en 1184 el arzobispo Gualtiero Offamilio hizo levantar un gran templo normando sobre el que actuaron los arquitectos de los Borbones en Nápoles.
Este peso de los Borbones, a los que los sicilianos manifiestan un gran aprecio, se concreta en obras conmemorativas como ésta a Carlos III en la entrada de la catedral de Palermo
La eclosión barroca en su interior queda de manifiesto en esta virgen coronada....
....y en estas refulgentes custodias de gran sabor contrareformistas
JV
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