lunes, 6 de abril de 2015

El Peñón de Ifach, las fuentes del Algar y Guadalest

La visita al Peñon de Ifach se convierte en una experiencia llena de agradables sorpresas. Esta mole de 332 m de altitud que se adentra en el mar puede ser visitada en un paseo, algo abrupto en su fase final, descubriendo sus encantos. A la presencia de vegetación rupícola endémica como la silene de Ifach, el tomillo, la escabiosa de roca o la herradura valenciana, debemos unir vegetación arbustiva como el palmito, la sabina negra, el aladierno, la uva de mar, mientras que en las zonas inferiores de dicha ladera se encuentra el lentisco, el bayón, la madreselva, la esparraguera, el enebro, la rubiao el jazmín de monte. Las colonias de gaviotas son prolijas y además en primavera se debe cuidar el no acercarse a los nidos por que pueden atacar al visitante.Como en el resto de la Marina Alta, es notable su riqueza malacológica en especies de moluscos pulmonados terrestres (caracoles). También es de interés la presencia de coleópteros y particularmente sus colonias de aves. Se citan unas 80 especies distintas de aves entre las nidificantes, las migratorias y las errantes. Destaca la presencia del halcón Eleonor, del cormorán moñudo y estorninos. Nidifican el vencejo pálido, la gaviota patiamarilla y el cernícalo. Los animales roqueros aprovechan cualquier grieta, agujero o repisa para hacer su nido. Las rapaces y las abundantes gaviotas hacen sus nidos en los cantiles del soleado murallón meridional. A sus pies, los riscos desprendidos sirven de posadero a cormoranes y gaviotas.
Las vistas desde este emporio son realmente espectaculares
Una temperatura agradable hace más llevadero el camino



El Peñón guarda un antiguo bastión medieval del que se conservan significativos restos. No obstante, las excavaciones continuan y queda mucho por descubrir.
El Peñón se yergue sobre el mar, su silueta marca el ascenso donde las gaviotas y demás habitantes observan atentas el devenir del equinoccio.

La subida aunque abordable es curiosa y de gran belleza floral y faunística.
Las bellas imágenes se suceden. Sierra Aitana al fondo marca la subida


Nos acercamos a la entrada de una cueva que nos da paso a la cara norte
En esta foto os mostramos marcada con una fecha la entrada a la cueva y su posición en el Peñon
Vistas impresionantes, fauna y la endogámica flora rupícola acompañan una sugerente ascensión:


El paso a la cara norte se realiza por esta cueva, cuyo suelo muy resbaladizo complica el paseo

Un descanso es necesario para afrontar un tramo díficil y algo arriesgado
Esta visión global con el centro de interpretación, las ruinas medievales y por último la Cala del Penyal. Ésta nos muestra la intensa transformación antrópica cuyos resultados resultan atractivos para muchos y realmente aterradores para unos pocos.

  
En Callosa d`en Sarrià encontramos un atractivo paraje: Las fuentes del Algar, donde se puede disfrutar de esos reductos donde la alteración hecha por el hombre todavía permite disfrutar de algo de naturaleza
El lugar como vemos tiene su encanto




      y sirve para diversión y deleite de sus visitantes

El paisaje repleto de plantaciones de frutales: nísperos, limones, naranjas que se protegen con estas estructuras de plástico y que guarda majestuosa la Sierra de Aitana:


Nuestro camino asciende entre las sierras de Aitana y Aixortá para culminar en Guadales, un pueblo situado en lo alto de una muralla natural de granito, encastillado tras ella y al que sólo podemos acceder por un túnel.
El lugar como vemos es peculiar y bastante atractivo


El bastión domina un pantano actual con fondo calizo y el dominio de la sierra como vemos es único:


El baluarte como vemos es díficil de atacar y fácil de defender por su privilegiada posición.
En definitiva un bello paseo por la Marina Baja que ha resultado un lugar sorprendente y atractivo.
Fotos JV y Eugenia
JV

jueves, 2 de abril de 2015

Altea y Sierra Gelada, las contradicciones de la Marea Baixa alicantina

La visita a esta zona tan próxima a ese emporio de la irracionalidad urbanística que es Benidorm, asombra al viajero al encontrar en su epicentro, Altea, un pueblo lleno de luz y buen gusto que te permite abstraerte de tanta desazón por el ataque del hormigón a una zona realmente privilegiada y con un entorno sorprendente.
Sus calles llenas de bullicio y tiendas combinan con unas vistas realmente únicas y con acontecimientos culturales como un concierto de cámara en esta iglesia que nos recuerda las influencias orientalizantes de un pasado islámico de base berberisca.
Parque natural de Sierra Gelada y Punta de Albir desde la zona cimera de Altea.

Peculiares casas neomudéjares dedicadas a Cervantes y calles llenas de sabor mediterráneo.


La cercana Calpe y el Peñón de Ifach, dominan la vista norte
Las vistas nocturnas añaden un cierto encanto

Sobre el fondo rojizo de las nubes, el sol que fenece y nos muestra el ataque furibundo a la razón y al buen gusto que suponen esas torres que recuerdan más un paisaje apocalíptico de Max Max que una zona de gran belleza como veremos.
Pero la desazón se compensa con otro paseo por las callejas de Altea.
Frente a Altea se yergue este parque natural de Sierra Gelada (Sierra Helada). Este nombre se le da, en nuestra opinión y entre otras cosas, porque se conservan allí restos relictos tanto de fósiles marinos, como de antiguas minas y también de un curioso cabalgamiento geológico que hizo que estos restos marinos llegaran a este sugerente entorno. Una ruta de unos cinco kilómetros, muy accesibles para todo tipo de fondos y diversidades físicas, permiten un agradable paseo.
Las vistas de Altea y de la bahía son realmente singulares
también el Peñón se distingue con claridad
y la belleza brota en cualquier punto.
Aquí tenéis este peculiar cabalgamiento con el buzamiento invertido que llama la atención al caminante.
Detalle del pliegue

El entorno muestra toda la exuberancia del paisaje mediterráneo

Los fósiles de moluscos bivalvos, llamados los Condrodontos que vivieron hace unos 100 millones de años en el fondo marino de Sierra Gelada. Su hábitat era el fango donde estaban enterrados como la actual Nacra.

En estas vistas panorámicas podéis observar la magnitud del entorno


Y justo enfrente en la famosa Sierra de Aitana, el Puig Campana y el famoso tajo de Roldán que os marcamos en la foto. Esta formación geológica nos habla de una peculiar leyenda que sitúa al famoso Roland, uno de los comandantes de Carlomagno, en la Marina Baixa. Éste enamorado de una bella doncella local dio un tajo a la montaña para evitar su muerte. Sin duda, una peculiar historia rosa pero que da un halo de misterio a la belleza intrínseca de esta zona muy singular. Dónde la historia se muestra en diferentes formas.
El camino continua y la singularidad del entorno nos va acercando al faro de Albir
Las minas de Ocre que vemos en la bajada al mar son otro atractivo de la zona
Las bateas nos hacen entender los ricos platos que con estos moluscos proliferan en la zona
El camino es sinuoso y con pequeñas sorpresas en el paisaje que animan al viajero
Final del camino el Faro de Albir en la Punta de Sierra Gelada, es el punto culminante del paseo.
Fotos JV y Eugenia
JV