"Hay mucho que saber, y es poco el vivir, y no se vive si no se sabe", Baltasar Gracián
4.1.- LA PENÍNSULA IBÉRICA EN
LA EDAD MEDIA :
LOS PRIMEROS NÚCLEOS DE RESISTENCIA CRISTIANA.
Reino astur-leonés: Tras
la derrota en Guadalete (711), unos cuantos nobles dirigidos por D. Pelayo se
refugiaron en las montañas asturianas. Derrotaron en la “batalla” de Covadonga
(722) a las avanzadillas musulmanas. Alfonso
III (866-909), consolidó el reino políticamente, considerándose
heredero de la monarquía visigoda, y territorialmente, conquistando
Galicia y la Meseta norte hasta el río Duero. Trasladó la capital a León. Se transformó en el reino de León con
Ordoño II S.X. Esta etapa se caracterizó por la inestabilidad política y declive del avance al sur por el poder
califal. Los reyes asturianos no podrán evitar la independencia de Castilla
con el conde Fernán González, este
momento va a coincidir con las grandes razzias de Almanzor.
Reino de Pamplona - Navarra: Bajo
tutela franca hasta la llegada al poder de la familia Arista. Con
Sancho I (905) se expandió por la Rioja y las llanuras navarras. Su mayor
expansión coincidió con el reinado de Sancho III el Mayor, quien aprovechando
la debilidad califal incorporó a sus dominios Castilla. A su muerte (1035) sus
dominios se repartieron entre sus hijos.
Pirineo Central. Aragón.
Los condados aragoneses pirenaicos tras desvincularse de los francos, quedaron
bajo tutela de la Corona de Navarra. Tras la muerte del rey de Navarra Sancho
III el Mayor (1035), uno de sus hijos, Ramiro I, creó el reino de Aragón.
Estará formado por la comarca de Jaca y los condados de Sobrarbe y Ribagorza.
Condados catalanes: Bajo
control franco, estos territorios formados por los condados de Gerona y
Barcelona, se convierten en la Marca Hispánica, un territorio con un fuerte
carácter militar que Carlomagno utiliza como frontera frente a Al-Ándalus.
Wifredo el Velloso (878-897) es reconocido como el primer conde independiente
de Barcelona. Borrel II rompió su relación de vasallaje con Hugo Capeto
constituyendo de hecho el inicio de su independencia. Con Ramón Berenguer IV
(1137) se produjo la unificación de Cataluña y Aragón, al casarse con
Petronila, heredera de Aragón.
4.2.- PRINCIPALES ETAPAS DE
EXPANSIÓN AL SUR (LA RECONQUISTA).
La expansión hacia el sur conocida tradicionalmente
como Reconquista se refiere al periodo histórico comprendido entre el año 722
(batalla de Covadonga) hasta 1492, año de la conquista de Granada por los Reyes
Católicos. El concepto de Reconquista está ampliamente discutido por la
historiografía más actual, ya que la vinculación de los astures con los
visigodos no está clara y el proceso de gotización emprendido por Alfonso III,
es más una consolidación feudal a partir de un origen casi mítico y no responde
a una realidad histórica que se pueda demostrar de forma documental y
científica. Este concepto fue utilizado durante la época franquista para
justificar determinados títulos como el de Caudillo por algunos miembros de
este régimen dictatorial. En este largo periodo de tiempo (casi ocho siglos)
podemos distinguir varias fases:
a) Primera etapa. Formación de los primeros núcleos de
resistencia (Asturias, Navarra, Aragón y Cataluña) y primeros avances (siglos VIII al X), que fueron limitados
dado el periodo de esplendor de los musulmanes. La primera expansión importante
fue la conquista de la Zonas desestructuradas políticamente en el valle del Duero por Alfonso I.
El establecimiento de León como capital del reino astur-leonés consolidó los
avances. Destaca además la creación del condado de Castilla para proteger el
flanco oriental del reino astur-leonés.
b) Segunda
etapa (siglo XI hasta la primera mitad del XII).
Sancho III logró la máxima extensión del reino de Navarra. El final del
Califato cordobés y la debilidad de los primeros reinos de taifas, favoreció la
conquista de Toledo en 1085 para Castilla y León. Fundamental para Aragón fue
la conquista de Zaragoza por Alfonso I El Batallador en 1118. Ramón Berenguer
IV conquistó Tortosa y Lérida para Cataluña, mientras que en 1147 Portugal
ocupó Lisboa. La llevada de los almorávides primero y los almohades después
paralizó el avance.
c) En
la tercera etapa, (siglo XIII) y
tras la victoria cristiana de Las Navas de Tolosa (1212), se iniciaron las
grandes conquistas de Fernando III el Santo en Andalucía para Castilla
(conquista de Córdoba, Jaén y Sevilla), y de Valencia y Baleares por Jaime I el
Conquistador para la Corona de Aragón.
d) Por
último reducida Al-Ándalus al reino nazarí de Granada, que mantuvo su
independencia dos siglos mediante el pago de parias, los Reyes Católicos
completaron la Reconquista en enero de 1492.
4.3.- LAS FORMAS DE OCUPACIÓN DEL TERRITORIO, SU INFLUENCIA EN LA ESTRUCTURA DE LA PROPIEDAD, MODELOS DE REPOBLACIÓN Y DE ORGANIZACIÓN SOCIAL EN LA PENÍNSULA IBÉRICA.
Tras la ocupación del espacio en la
Península ibérica por parte de los cristianos se hacía necesario reorganizar y
en algunos casos humanizar éstos siguiendo el modelo feudal que se había
impuesto como forma de organización socio económica. Este proceso fue
progresivo y se fue consolidando a medida que las estructuras feudales se
fueron fortaleciendo. Este proceso culmina con la consolidación de las
monarquías feudales y con su implantación jurídica que se verifica en la
Partidas de Alfonso X El Sabio.
Presura:
en zonas del valle del Duero y de la zona
pirenaica; los campesinos ocupaban libremente la tierra, y su posesión
era posteriormente reconocida por su señor y posteriormente por el Rey. La
feudalización es protagonizada por los grandes monasterios del norte
peninsular. Pequeñas unidades de explotación encuadradas en un señorío
monástico más amplio, esquema que también reproducen algunos señores feudales
laicos.
Repoblación concejil: en zonas del valle del Ebro y del Tajo los reyes otorgan cartas
pueblas (documentos que garantizaban la propiedad de los repobladores así
como privilegios y libertades), dado que
se trataba de zonas peligrosas al ser territorios fronterizos. Se vertebran
comunidades de aldea que andando el tiempo fueron progresivamente feudalizadas,
siguiendo un esquema de jerarquización de la sociedad a través de los miembros
más destacados de estas comunidades.
Se organizan grandes concejos que van a ir creando el germen de una nobleza de servicio que resultará clave en la consolidación de las monarquías feudales peninsulares.
Repoblación de las Órdenes Militares, en zonas de escasa población conquistadas por estas organizaciones, esencialmente toda la Submeseta Sur, la consecuencia inmediata fue la creación de grandes latifundios, dedicados a la explotación agraria y ganadera, lo que consolidará los esquemas de feudalización en la Península Ibérica, a través de los fueros.
Se organizan grandes concejos que van a ir creando el germen de una nobleza de servicio que resultará clave en la consolidación de las monarquías feudales peninsulares.
Repoblación de las Órdenes Militares, en zonas de escasa población conquistadas por estas organizaciones, esencialmente toda la Submeseta Sur, la consecuencia inmediata fue la creación de grandes latifundios, dedicados a la explotación agraria y ganadera, lo que consolidará los esquemas de feudalización en la Península Ibérica, a través de los fueros.
Sistema de repartimiento y grandes señoríos: El gran fortalecimiento de la OO.MM y
otros poderes feudales en la Submeseta Sur como el Arzobispado de Toledo, llevó
a que en el sur peninsular se organizaran grandes extensiones territoriales
repartidas por el rey entre la Nobleza, la Iglesia y las Órdenes Militares y
Concejos Reales. Este esquema es propio
de zonas del Valle del Guadalquivir y Levante.
En cuanto al concepto de propiedad se debe entender que este tiene sentido en
tanto en cuanto se tiene jurisdicción sobre los hombres que trabajan la tierra. No es en
consecuencia tan importante la posesión de tierras sino la capacidad jurídica
que permite establecer una relación socio-jurídica de carácter vasallático
sobre sus siervos.
En zonas donde la población era mayoritariamente islámica (zona murciana), era frecuente que los reyes concedieran permisos de residencia (capitulaciones) a los pobladores musulmanes para no perder el desarrollo económico de estas zonas con gran potencial.
En zonas donde la población era mayoritariamente islámica (zona murciana), era frecuente que los reyes concedieran permisos de residencia (capitulaciones) a los pobladores musulmanes para no perder el desarrollo económico de estas zonas con gran potencial.
Los monarcas castellanos van a ir
consolidando progresivamente su poder sobre la base de la recuperación del
Derecho Romano y la aplicación de los mecanismos feudales detrayendo en su
favor determinadas rentas que no eran enajenables y que conformaron su
autoridad. Como ya hemos indicado el punto culminante de este proceso se inicia
con Las Partidas de Alfonso X, el Sabio y se consolidarán con el Ordenamiento
de Álcala de Alfonso XI.
La sociedad estaba organizada en tres órdenes: nobleza, clero y campesinos. Los dos primeros eran los estamentos privilegiados. No existe movilidad social y sólo desarrollo urbano provoca la aparición de un nuevo grupo social: la burguesía, que forma parte del tercer estamento. También había minorías étnicas y religiosas, (mudéjares y judíos). El esquema de relaciones sociales debe inscribirse dentro de los esquemas de feudalización progresiva de los Reinos Cristianos, donde la parcelación de la jurisdicción y la cesión de capacidad jurídica sobre los vasallos y siervos, permite la detracción del elemento esencial que sustenta el sistema: La renta. Está no se concreta sólo en aportaciones de cosechas o dinerarias, sino que incluyen trabajos para los señores, pago de multas, derechos de paso y caza y otros muchos.
4.4.-DIVERSIDAD CULTURAL : CRISTIANOS, MUSULMANES Y JUDIOS
Entre los siglos VIII y XI la cultura
isidoriana hispano visigoda no se pierde, sino que se conserva en la Iglesia a
través del mozarabismo.
A partir del siglo XI se
difunde por los monasterios españoles la reforma cluniacense, que arrincona a
la liturgia mozárabe, entrando la España cristiana en las corrientes culturales
y religiosas de Europa occidental. No obstante, durante todo este tiempo, la
cultura reside en la Iglesia, que la conserva a través de los monasterios y las
escuelas catedralicias. Una cultura en
latín para las minorías, y en romance para el pueblo.
La cultura peninsular en la Edad Media se
caracterizó por un profundo mestizaje en donde se mezclaron las aportaciones
judías, musulmanas y cristianas, tal como demuestran el arte mozárabe (siglo X) y el mudéjar (XII-XV) en donde se unen
elementos cristianos (arcos románicos o góticos, plantas) y musulmanes
(ladrillo, decoraciones, artesonados...), como en los Reales Alcázares de
Sevilla o las torres de Teruel.
De la misma manera se
observa la colaboración de las tres culturas en momentos concretos como la Córdoba del Califato (con médicos
judíos como Saprut u obispos mozárabes como Recemundo, siglo X) o el Toledo de la Escuela de Traductores
patrocinada por el rey Alfonso VI en donde se tradujo gran parte de la ciencia
judía y musulmana a la lengua romance (siglo XII), y que alcanzó su máximo
apogeo con Alfonso X el Sabio en el siglo XIII.
El Camino de Santiago fue una vía de intercambio cultural,
artístico y económico con la Europa cristiana. También desde Al-Ándalus se
exportó a Europa el pensamiento de filósofos como Averroes, tan influyente en
la cristiandad medieval. En la difusión de la cultura en la Península, tuvieron
un papel fundamental dos órdenes religiosas procedentes de Francia: la
benedictina y la
cisterciense. En el siglo XIII aparecieron las universidades destacando las de
Salamanca y Valladolid.
4.5.- MANIFESTACIONES ARTÍSTICAS
En
la mitad norte de la Península, la cultura y el arte fueron la mejor expresión
de la sociedad rural de carácter feudal, dominadas por guerreros y clérigos que
poblaron los primeros condados y reinos cristianos. El arte y la cultura fueron
casi exclusivamente religiosos y tuvieron su manifestación más brillante
en la construcción de monasterios, catedrales e iglesias.
Prerrománico (siglos IX y X)
La
principal manifestación artística de los primeros reinos cristianos de España
es la
Arquitectura
asturiana del siglo XI.
Es
un arte de tradición visigoda con influencias francas, bizantinas y árabes. Su innovación
más importante es el empleo de la bóveda de medio cañón, precedente del arte
románico. La obra maestra de este estilo es, sin duda,
SANTA MARÍA DEL NARANCO, cerca de Oviedo. Destacó igualmente su orfebrería: La cruz
de los Ángeles. También existió un arte de los mozárabes emigrados a reinos
cristianos con mucha influencia del arte hispano-musulmán.
El arte románico (siglos XI y XII)
Fue
un arte europeo, que llegó a la Península a través del camino de Santiago y de
los pequeños condados pirenaicos de Navarra, Aragón y Cataluña. Es el
primer estilo europeo uniforme. Los monjes cluniacenses desde Francia lo
introdujeron en España a partir del siglo XI. Los primeros ejemplos se
encuentran
En
Cataluña (muy influenciada por el románico italiano de Lombardía). Los reinos
cristianos construyeron muchos edificios románicos gracias a los tributos
cobrados a los musulmanes.
El románico de influencia francesa se introdujo en España con las peregrinaciones a
Santiago de Compostela. En el Camino de Santiago se construyeron numerosas
iglesias románicas (San Isidoro de León, San Martín de Frómista en
Palencia). Pero la obra más importante en este estilo es la CATEDRAL DE
SANTIAGO, en la que destacan las bellísimas esculturas del Pórtico de la Gloria
Desde
mediados del siglo XII los monjes del Cister introdujeron en la Península un arte
de transición, que dará con el tiempo origen al arte gótico. En este estilo
cisterciense se construyeron edificios más sencillos, pero también más esbeltos
y luminosos. Los primeros ejemplos son los monasterios de Poblet (Tarragona),
Moreruela (Zamora) y Las
Huelgas (Burgos).Pero también se construyeron muchas catedrales e iglesias
románicas en época tardía, muy evolucionadas y con influencias orientales, como
la Catedral Vieja de Salamanca, la de Zamora y las iglesias de San Juan del
Duero (Soria) y de San Vicente de Ávila.
La
escultura y pintura están al servicio de la arquitectura y tenían un fin
didáctico a ojos de los fieles. Pierde el sentido naturalista ya que la Iglesia
evangeliza a una sociedad iletrada haciendo prevalecer en las imágenes el
contenido espiritual de las mismas.
El
arte de la Baja Edad Media: Arte Gótico (siglos XIII-XIV-XV). Entre los siglos
XIII y XV, el nacimiento de la mentalidad burguesa, urbana y mercantil comportó
el inicio de un proceso de secularización por el cual las manifestaciones
culturales y artísticas, dejaron de ser patrimonio exclusivo de clérigos. En el
terreno artístico, el estilo gótico, simbolizó los nuevos tiempos. Los
edificios son, pues, más altos, amplios y luminosos. El arco ojival o apuntado
y la bóveda de crucería son sus características más destacadas desde el punto
de vista arquitectónico. La gran manifestación del gótico religioso fue la construcción
de grandes y esbeltas catedrales en el centro de las principales ciudades,
especialmente en la Corona de Castilla. Ejemplos religiosos de este arte en
España son, durante el siglo XIII, las catedrales de Burgos, Toledo León y
Sevilla (aunque más tardía: siglo XV).
Tuvo
un gran desarrollo el gótico civil, impulsado por el patriciado urbano, por las
corporaciones mercantiles y por los poderes municipal y real. Este arte se
expresó en la construcción de refinados edificios
públicos – con más profusión en la Corona de Aragón, donde había más desarrollo
de la burguesía (ayuntamientos, lonjas de comercio, hospitales...) y de
palacios reales y señoriales junto a castillos. Hay que citar también un estilo
típicamente hispano, el mudéjar que incorporó a los reinos cristianos las
tradiciones musulmanas. Utilizó materiales pobres con una ornamentación muy
rica. El ejemplo más bello es el Alcázar de Sevilla. El naturalismo
y realismo gótico (escultura, pintura, vidriera) triunfó sobre la abstracción y
el simbolismo románicos. Los diferentes estilos de Europa se extendieron en la
Península: el gótico francés, el italiano y, sobre todo, el flamenco. El
naturalismo, el amor al detalle y la riqueza de colores de la pintura flamenca se
imitó en España por pintores como Fernando Gallego, Luis Dalmau, Huguet
JV
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