miércoles, 24 de diciembre de 2008

Las mujeres en el Medievo, la respuesta a una inquietud

Alguien a quien aprecio, me ha pedido que os hable de mujeres, tema que me interesa sobre manera y además que lo haga refiriéndome a como estaba su situación en la Edad Media, con ello consigo alimentar dos de mis grandes placeres: la historia y las mujeres, dos auténticas joyas de nuestra civilización.
Es por qué amo a ambas que debo iniciar esta reflexión con dos afirmaciones. La primera es que por desgracia la mujer sigue hoy subyugada en gran parte del planeta, espero que lo que aquí se explique sirva para ponerlas aún más en valor y que esos energúmenos que dicen amarlas dejen de matarlas por ese equivocado, confuso y estéril impulso que algunos llaman amor. El segundo matiz tiene que ver con ambas, la historia y las mujeres, no pretendo negar mi primera afirmación sino aclarar en que períodos de la historia, las mujeres han tenido más margen de maniobra. Sin duda el medievo, no fue lo peor, intentaremos argumentarlo.
Comenzaremos desarrollando dos ideas previas que parecen asumidas en general. En primer lugar el derecho romano, nunca le ha sentado bien a las mujeres (demasiado pater familias por todas partes), la Edad Media, se caracteriza por la pérdida de influencia de esta fuente de derecho que se recupera de forma muy tardía en Europa Occidental, lugar de nuestro análisis. La segunda certeza nos sitúa a la mujer como un elemento social al que el estado bien organizado nunca ha dado un papel singular (la paridad de sexos se ha debido imponer por decreto, en fechas recientes), es por ello que a la mujer le ha sentado siempre bien a lo largo de la historia, los períodos de desarticulación estatal (revolución francesa, guerras mundiales). En este sentido el medievo es el paradigma de la desaparición de un gran estado el romano que no volverá hasta la llamada llegada de los Estados Nacionales, ya muy anciano el siglo XVI.
Una tercera vía de reflexión tendría que ver con lo que algunos autores llaman la reproducción del sistema, tomada además en el sentido literal, es decir, ensalzando el valor de ese activo tan denostado a veces: la maternidad. Las mujeres contribuyeron de forma decisiva en la Edad Media a dar continuidad al sistema productivo y también a perpetuar dinastías, aunque algunas pagaron caro no alumbrar varones, los ejemplos son muchos con lo que su enumeración no nos parece necesaria(sobre esta realidad puede consultarse mi artículo "La Mujer sujeto socio-productivo en la época feudal). Este tema de la reproducción del sistema no debe considerarse baladí, en la actualidad algunas políticas natalistas equivocada (China e India), han promovido el no nacimiento de mujeres y ahora lo están pagando muy caro. Estos políticos olvidaron lo esencial, que le vamos a hacer.
La dureza, complejidad y muchas veces realidad trágica del parto fue valorado in extenso, en mi trabajo sobre la "Infancia en la familia de los fueros de Cuenca", que amablemente publicó la revista Archivo Conquense, en su nº 3 del año 2000, vid. pág. 53 a 57, se aborda en ellas temas como el aborto, la continuidad del recién nacido y otros de interés.
Bien es cierto que este último enfoque del tema ha sido en muchos casos objeto de polémica, sobre todo por algunas autoras que intentando defender los interéses de las mujeres, sin duda con buena intención, circunscriben el problema a una supuesta revolución ogina contra la dicturadura fálica, planteamiento este sin duda de peso pero que yo llevo años intentando digamos digerir.
Cambiando un poco nuestro objetivo, resulta cuando menos paradojico que aún hoy en pleno siglo XXI, nos cause asombro que las mujeres lleguen al poder. Es cierto que hasta hace bien poco en nuestro reciente terminado siglo XX, parecía que eso era cosa de nórdicas (quizás es que las encandilo Greta Garbo, con su magnífica interpretación de Cristina de Suecia). Por eso todavía Angela... Merkel, Michelle Bachelet o Cristina Fernández de Kirchner, nos resultan casos anecdóticos, cuando no excepciones a la norma general de hombres en el poder. Pero nos olvidamos que aquellos machistas medievales, tuvieron reinas como Urraca, Isabel la Católica , Leonor de Aquitania, Catalina de Médicis o algunas tan virulentas en sus actos como María Tudor (que nos dejo apelativo para una curiosa bebida el Bloody Mary, que precisamente no alude a su ternura para con sus vasallos discolos). El poder y carisma de muchas de ellas nada tienen que enviadiar a los hombres que ocuparon los tronos en su misma época. Pese a ello se mantiene ese discurso de subyugación que aún hoy se dice "te tratan como la Edad Media", cuando sin duda su poder y posición social fue bastante mayor que en otros periodos más "civilizados" como Grecia, Roma, nuestros flamantes siglos renacentistas y barrrocos, por no hablar de un período oscuro como fue el siglo XIX.
Claro que las criticas vendrán y se dirá: pero que hicieron estas mujeres por mejorar la situación de la mayoría, claro que yo me hago la misma pregunta sobre la política de Margaret Thatcher que paradojas de la historia era una mujer.
Me gustaría para ir finalizando plantear alguna continuidad histórica que se obvia con cierta asiduidad: ¿por qué en lugares como Cataluña y el Pais Vasco, cuando una mujer se casa automáticamente mantiene un regimen de separación de bienes con su conyuge, mientras en Madrid o Sevilla, lo que entra es en un régimen de gananciales? bingo quizás sea por la aplicación de normas medievales que defienden los bienes de la mujer de por vida. Ya véis cosas que pasan estos feudales que le dió por defender "la pasta de sus chicas". Aunque lo que nos ha llegado es algo que tiene que ver con las honras. A mi sin embargo, los duelos por honor me suenan más decimónicos que otra cosa, período este en el cual el derecho romano ya campaba a sus anchas. Conviene en definitiva relativizar esas manifestaciones sobre la Edad Media, que al contrario de lo que se piensa fue un momento de luz, creación y gran vigor de los social, donde las mujeres tuvieron un papel bastante relevante y si estuvieron discriminadas, pero no fue su peor momento ni mucho menos.
En fin pensar en estas divagaciones, elucubraciones o a lo mejor documentados comentarios a partir de algunos datos, que lo lamento tendréis que buscar en mi tesis (ya sé que soy un cansino, pero es que como dijeron aquellos de la goma y la espuma, "con el esfuerzo que hizó Cajamadrid", os lo tenéis al menos que currar un poco que me hace ilu, jo.