martes, 22 de febrero de 2011

Presentación y resto apuntes para preparar examen Geografía Económica

Adjunto os cuelgo la presentación que puede ser útil para entender el último tema que estamos viendo y que entrará en el examen. Es una presentación muy exhaustiva y que simplemente debéis utilizar para entender a través de los cuadros el ciclo de la pobreza y sobre todo la organización territorial de las áreas desarrolladas. Las teorías están explicadas de forma más asequible en los apuntes que os pongo y en lo visto en clase. También os pongo apuntes de los índices. Ánimo y a estudiar.



APUNTES:
Análisis en profundidad sobre que es y como debe medirse el Desarrollo Económico

Lo que nos interesa en una primera instancia es examinar críticamente la validez y confiabilidad de los indicadores más ampliamente utilizados en la actualidad, tanto por los gobiernos como por los principales organismos económicos internacionales, para dimensionar los niveles de desarrollo económico y social alcanzados por los distintos países.

EL PIB Y EL PNB COMO INDICADORES DE DESARROLLO:
 En general, se suele aceptar que lo que marca realmente la diferencia entre las distintas economías nacionales en cuanto a su nivel de desarrollo es la productividad con la que emplean sus recursos productivos, es decir su dotación de riquezas naturales, capacidades humanas y equipamiento. No obstante, resultando extremadamente difícil asignar valores precisos a esta variable, se suele recurrir en la práctica al procedimiento más simple de calcular el valor del producto nacional bruto (PNB) o del producto interno bruto (PIB) como indicadores de desarrollo. Como es sabido, tales indicadores registran el valor monetario de todos los bienes y servicios finales producidos por una economía en el lapso de un año. No obstante, hay que tener presente que las discrepancias entre los resultados que arrojan estos dos indicadores pueden llegar a ser bastante significativas. “El PNB de un determinado país puede ser muy inferior a su PIB si gran parte de los ingresos derivados de la producción se distribuye a personas o empresas extranjeras. En 1994 por ejemplo el PNB de Chile era 5% menor que su PIB. Si en cambio ciudadanos o firmas de un país perciben grandes ingresos de acciones y bonos de otros Estados o empresas en el exterior, suele ocurrir lo contrario: el PNB puede ser superior al PIB. Tal fue el caso de Arabia Saudita en 1994, cuando el PNB superó al PIB en 7%” (Banco Mundial, 2000, Cap.II) Desde luego, los montos globales del PIB y del PNB deben ser dividirlos por el número de los habitantes de cada país. Sólo así, como PIB o PNB per cápita es posible hacerse una primera idea de la cantidad aproximada de bienes y servicios que cada persona de un país podría comprar en el lapso de un año si los 3 ingresos fuesen repartidos en forma equitativa, lo que, como se sabe, está muy lejos de ocurrir en la práctica. Además, para realizar comparaciones apropiadas se hace aún necesario corregir las paridades nominales derivadas del tipo de cambio mediante un factor de conversión que permita establecer una paridad real de los ingresos en términos del efectivo poder adquisitivo del signo monetario en los respectivos espacios económicos nacionales. Es la llamada “paridad de poder adquisitivo” (PPA) que “indica el número de unidades de la moneda de un país necesario para adquirir la misma cantidad de bienes y servicios en el mercado local que se podrían comprar con un dólar en los Estados Unidos. El PNB ajustado en función de la PPA permite entonces comparar mejor el consumo o los ingresos medios entre distintas economías” (Banco Mundial, 2000, Cap.II). En los países pobres, el PIB real per cápita suele ser más alto que el PIB nominal per cápita, y en los países ricos, más bajo. Ello es expresivo del hecho de que el poder de compra interno de las monedas suele ser en los países pobres mayor que su poder de compra externo y en el caso de los países ricos suele suceder lo contrario.

Partiendo del enfoque de la PPA la revista inglesa The Economist ha llegado incluso a popularizar al “Big Mac” como indicador del valor relativo de las diversas monedas. Todo esto implica que la diferencia entre los ingresos reales per cápita de los países desarrollados y en desarrollo suele ser menor que la diferencia entre los ingresos nominales per cápita, debido a las diferencias de precios en los productos de consumo de origen nacional.

Siendo numerosas las objeciones que desde hace bastante tiempo se vienen levantando al uso del PIB y/o del PNB como indicadores de desarrollo, una de las voces críticas más autorizadas y reconocidas es la del Programa de las Naciones Unidas para el desarrollo (PNUD). Tanto es así que el PNUD no sólo llegó a estimar imprescindible la elaboración de un indicador alternativo sino que también lo desarrolló y comenzó a aplicarlo desde 1990: el índice de desarrollo humano (IHD).
Según este organismo, aun corrigiendo sus actuales omisiones e inconsistencias, el PIB y el PNB jamás podrán ser una medida útil de desarrollo, entendido como nivel de bienestar humano, por la muy simple razón de que el criterio en que se basan no es apropiado para ese objetivo: el PIB y el PNB sólo se orientan a medir los medios (la producción de bienes y servicios), pero no los fines últimos de la actividad económica (el bienestar de las personas)

Criticas al PIB y PNB a favor del IDH

1. Sólo registra los intercambios monetarios, ignorando la gran cantidad de trabajo que se realiza en el seno del hogar y de la comunidad (estimado en 2/3 del trabajo femenino y 1/4 del trabajo masculino) .

2. Considera en los mismos términos la producción de “bienes” (como la atención de los niños y los ancianos) y de “males” (como la manufactura de cigarrillos o armas químicas)

3. Suma a la producción de males la de los medios y acciones remediales que ellos demandan (el sobre consumo de alimentos o de alcohol y las terapias que luego se requieren)

4. Asume que los recursos naturales son gratuitos, ignorando la degradación ambiental, la contaminación y el progresivo agotamiento de los recursos

5. No asigna valor al tiempo libre de las personas, sea que lo ganen (aun a expensas de un menor ingreso) o que lo pierdan (por la necesidad de trabajar horas extra o de tener una segunda ocupación)

6. Tampoco considera el valor de la libertad, los derechos humanos o la participación, con lo que resulta perfectamente compatible un alto nivel de ingreso con condiciones de virtual esclavización de las personas

De estas objeciones, todas ellas contundentes, una de las más importantes es la que apunta a la, a veces extrema, desigualdad existente en la distribución del ingreso, lo que invalida la consideración de este indicador como una señal de bienestar. En efecto, como es fácil de entender, un mismo ingreso promedio por habitante puede ser expresivo de realidades humanas y sociales muy distintas.

Por ejemplo, podría indicar en un caso la existencia y explotación intensiva de una gran riqueza natural (petróleo) como sustento de una economía monoexportadora, y como tal escasamente diversificada, altamente dependiente y muy vulnerable a los vaivenes de la economía mundial y en otro ser expresiva de una acumulación de recursos financieros, técnicos y tecnológicos, abundantes y variados, con un alto grado de dinamismo y sustentabilidad económica propia

LA BÚSQUEDA DE CAMINOS ALTERNATIVOS El PIB y el PNB se revelan, en suma, como indicadores doblemente engañosos puesto que, por una parte, la distribución de los frutos del crecimiento está lejos de ser equitativa, y por la otra, el proceso productivo viene acompañado de una indolente destrucción de los recursos naturales.

Son numerosos los casos en que el crecimiento económico no va acompañado de una mejora equivalente del nivel de vida de las personas, alcanzándose a veces a expensas de una mayor desigualdad económica y social, altos grados de opresión política, una progresiva pérdida de la identidad cultural o la indolente devastación de los recursos naturales

A este respecto resulta ilustrativa la situación que constata el Informe sobre desarrollo humano de 1996: “ En el período 1960–1992, de los países que se encontraban en situación de desarrollo desequilibrado con un desarrollo humano lento y un crecimiento económico rápido, ninguno logró efectuar la transición hacia un círculo virtuoso en que pudieran reforzarse recíprocamente el desarrollo humano y el crecimiento” (PNUD, 1966:94) En consecuencia, la ausencia de desarrollo humano termina convirtiéndose a la larga en una barrera infranqueable al propio crecimiento económico.

Indicadores más operativos propuestos por el Banco Mundial, llamados “diamantes” de los países:

 Esperanza de vida al nacer

 La tasa bruta de matrícula primaria (o secundaria)

 el acceso al agua potable

 PNB per cápita.

Pero el más fiable es el El Índice de Desarrollo Humano (IDH). Desde 1990 los especialistas del PNUD (Plan Naciones Unidas par el Desarrollo) vienen utilizando como indicador compuesto del desarrollo el “índice de desarrollo humano”. Este índice ha sido construido a partir de un promedio simple de tres índices que reflejan los resultados de un país en materia de:

1. Salubridad, medida por la esperanza de vida al nacer

2. Educación, medida según la alfabetización de adultos y la matrícula total en los niveles primario, secundario y terciario

3. Nivel de consumo, medido por el PIB per cápita ajustado en función de la paridad del poder adquisitivo

Para calcular el índice: se establecen respecto de cada uno de los indicadores los valores máximos y mínimos siguientes: • esperanza de vida al nacer: 25 años y 85 años • tasa de alfabetización de adultos (15 o más años de edad): 0% y 100% • tasa bruta de matrícula combinada: 0% y 100% • PIB per cápita (PPA en dólares): 100 dólares y 40.000 dólares (PPA en dólares)

La ventaja del IDH frente al método de los diamantes de indicadores es que permite ordenar a todos los países en función de sus logros en cuanto a desarrollo humano. Expresa del éxito (o el fracaso) de un país en cuanto a trasladar los beneficios del crecimiento económico a la calidad de vida de la población.

Otro concepto y sus indicadores, el Desarrollo Sostenible

En los últimos años se han realizado numerosos esfuerzos por dotar al recientemente creado concepto de desarrollo sostenible de los indicadores apropiados que le permitan estar en condiciones de orientar efectivamente el diseño y la aplicación de políticas. En el estudio ya citado del Banco Mundial (2000) se define al desarrollo sostenible como “el proceso de administración de una cartera de activos para preservar y mejorar las oportunidades de la gente”. Los activos a los que se alude en esa definición son el llamado “capital físico” tradicional al que se vienen a sumar ahora lo que se ha dado en denominar “capital natural” y “capital humano”. En consecuencia, un desarrollo sostenible sería aquel capaz de contribuir a que tales activos aumenten con el tiempo o, por lo menos, no disminuyan.

De acuerdo con esa definición, el principal indicador de la sostenibilidad (o no sostenibilidad) del desarrollo podría ser la “tasa de ahorro genuino” o la “tasa de inversión genuina”, un nuevo indicador estadístico que están elaborando los especialistas del Banco Mundial.

La tasa de ahorro genuino (inversión genuina) tiene por objeto: el ajuste de la tasa de ahorro tradicional deduciendo el valor estimado del agotamiento de los recursos naturales y los daños provocados por la contaminación (la pérdida del capital natural) y añadiendo el aumento del valor del capital humano (derivado, principalmente, de la inversión en educación y servicios básicos de atención de la salud)”.

El índice de bienestar sostenible (IBS), es un nuevo indicador alternativo que se viene a sumar a los anteriores en su intento por medir aquellos aspectos que tienen que ver con la calidad de vida de las personas. El IBS, desarrollado por Daly y Cobb en 1989, sustrae al consumo personal que refleja el PIB, los gastos de Defensa y otros que no contribuyen al bienestar de la ciudadanía. De acuerdo a ese criterio, según un estudio de la investigadora Beatriz Castañeda, el “Bienestar Sostenible” ha disminuido en más de un 60 % en los últimos 33 años con respecto al PIB.(Castañeda, 1999).

El PIB no considera la escasez de los recursos naturales, ni la degradación del medio ambiente, ni las consecuencias de esto sobre salud y bienestar de la población. El IBS en cambio incorpora, tanto estos aspectos, como el valor del trabajo de la dueña de casa, los servicios de bienes durables y el agotamiento de los recursos naturales.

Ejemplo relación PIB y IBS en Chile
De acuerdo a este mismo estudio, el IBS se muestra en Chile correlacionado con el PIB hasta el año 1985. Después de la recesión de 1982 el país duplicó el PIB pero el IBS disminuyó. En síntesis, en Chile el IBS creció más lento que el PIB, considerando que la contribución del trabajo de la mujer es un aspecto positivo, pero la disminución del capital natural es fuertemente negativo. Este resultado no es sorprendente considerando que Chile es un país “en vías de desarrollo” cuyas exportaciones se hallan principalmente basadas en recursos naturales.

LA PROBLEMATICA DEL DESARROLLO ECONOMICO Y LOS INDICADORES CONCLUSIÓN.
Se debe marcar la diferencia entre “crecimiento” y “desarrollo económico” porque si bien el PIB, con todas las correcciones que fuese necesario introducir en sus procedimientos de cálculo, sólo pudiese ser indicativo del ritmo y nivel de crecimiento económico, ninguno de los indicadores compuestos que hemos descrito es capaz de dar cuenta, en rigor, del desarrollo propiamente económico.

El desarrollo económico no es simplemente una determinada cuantía de recursos contables generados o disponibles por habitante, ni aún en el caso de que se intentase complementar esa información con la referida a los niveles de logro alcanzados en ámbitos tan relevantes para la vida de las personas como son los de la salud y la educación.

Se hace necesario avanzar hacia la definición de nuevas formas de abordar el problema del desarrollo económico y social, poniendo atención tanto en la fortaleza y sustentabilidad de los logros productivos como en la distribución equitativa de los mismos en consonancia con los derechos básicos de las personas y en el marco de una economía cada vez más globalmente entrelazada.
Extracto de: http://www.mitecnologico.com/Main/PrincipalesIndicadoresDesarrolloEconomico
 
 Ideas básicas sobre las teorías del desarrollo
 Como fundamentos esenciales, incluyendo aquellos en los que se basan los planteamientos de Rostow, la teoría de la modernización se caracteriza por establecer:


i.La modernización es un proceso homogenizador, es este sentido sólo podemos decir que la modernización genera tendencia hacia la convergencia entre sociedades, por ejemplo, Levy (1967, p. 207) sostiene que: "a medida que pasa el tiempo, ellos y nosotros nos pareceremos cada vez más los unos a los otros ya que los patrones de modernización son tales que a medida que las sociedades se modernicen más, se parecerán más las la una a la otra".

ii.La modernización es un proceso europeizador y/o americanizador; en la literatura modernizadora, hay una actitud complaciente hacia Europa Occidental y hacia los Estados Unidos. Se tiene una concepción de que éstos países poseen una prosperidad económica y estabilidad política imitable (Tipps: 1976, p. 14);

iii.Además, la modernización es un proceso que se evidencia como irreversible. En otras palabras, una vez que los países del tercer mundo entren en contacto con el Occidente no serán capaces de resistirse al impetuoso proceso de modernización.

iv.La modernización es un proceso progresivo que a largo plazo es no sólo inevitable sino deseable, dentro de la perspectiva de la teoría de la modernización. Coleman afirma que los sistemas políticos modernizados tienen una mayor capacidad que los sistemas políticos tradicionales para tratar con funciones de identidad nacional, legitimidad, penetración, participación y distribución.

v.Por último, la modernización es un proceso largo. Es un cambio basado más en la evoluciónque en un salto revolucionario. Tardará generaciones e incluso siglos para que culmine, y su impacto profundo sólo se sentirá a través del tiempo. Todos éstos supuestos se derivan de la teoría evolucionaria fundamentalmente desarrollada en Europa y Estados Unidos.
 
Teoría de la Dependencia.

Las bases de la teoría de la dependencia surgieron en 1950 como resultado, entre otros, de las investigaciones de la Comisión Económica para AméricaLatina y el Caribe (CEPAL). Uno de los autores más representativos fue Raúl Prebish. El punto principal del modelo Prebisch es que para crear condiciones de desarrollo dentro de un país es necesario:

a.Controlar la tasa de cambio monetario, poniendo mayor énfasis en políticas fiscales que en políticas monetarias;

b.Promover un papel gubernamental más eficiente en términos de desarrollo nacional;

c.Crear una plataforma de inversiones, dando prioridad al capital nacional

d.Permitir la entrada de capitales externos siguiendo prioridades ya establecidas en planes de desarrollo nacionales;
e.Promover una demanda interna más efectiva en término de mercados internos como base para consolidar el esfuerzo de industrialización en Latinoamérica en particular y en naciones en desarrollo en general;

f.Generar una mayor demanda interna incrementando los sueldos y salarios de los trabajadores;

g.Desarrollar un sistema seguro social más eficiente por parte del gobierno, especialmente para sectores pobres a fin de generar condiciones para que estos sectores puedan llegar a ser más competitivos; y

h.Desarrollar estrategias nacionales que sean coherentes

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