domingo, 12 de enero de 2014

"Las leyes de la frontera" de Javier Cercas: mis queridos 80


Algunos fuimos niños adolescentes en aquella frontera que fueron los últimos setenta y sobre todo los ochenta. Los barrios gerundenses que pueblan esta interesante novela, nos recuerdan nuestras ciudades dormitorio de la metrópoli madrileña, en aquellos años donde lo que aquí se relata no estaba lo suficientemente alejado de nuestro entorno.
Jóvenes delincuentes y la llegada terrible de la droga eran elementos de un paisaje donde los billares y su ambiente nos resultan conocidos. Personajes como el Zarco, vivían cerca de nuestros barrios, iban a nuestros colegios y fallecieron, en situaciones penosas, antes de los 40. 
Esta novela permite recordar a los que ahora rondamos los 50 que nuestra adolescencia no fue fácil, que tuvimos que ser duros para no caer en situaciones que sabíamos que ocurrían en barrios cercanos. Pero también nos muestra como deben ser los propios adolescentes los dueños de su futuro y que la sociedad condiciona, pero no determina.
Como señala el libro (pág. 274): "El Zarco, representa para algunos historiadores, el forajido heroico, que encarna las ansias de libertad y las esperanzas frustradas de los años heroicos del cambio de la dictadura a la democracia en España".  
Vidas y situaciones de frontera entre épocas tan dispares que hoy, cuando la rememoramos, nos hacen difícil entender como fuimos capaces de sobrevivir sin elementos, hoy, imprescindibles y que al igual que los protagonistas de esta historia hoy podemos decir yo estuve allí.
Una novela sugerente que te enreda en su bien tejida narración y que puede ser un aliciente para que los padres de hoy le cuenten a sus hijos como fue aquella movida. Es un libro lleno de malentendidos que implican relaciones de largo recorrido, dónde nada es lo que parece y que muestra esa adolescencia compleja que hoy es la clase dirigente de este país. Podría ser que sus contradicciones juveniles sean hoy el motivo de la deriva regresiva que sufre nuestra sociedad.

Este libro fue también indexado no hace mucho por nuestro querido Vicente, podéis ver aquí sus reflexiones:

JV

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