Texto 1:
“Los diferentes hechos de la revolución española se sucedieron con sorprendente rapidez. Las provincias más alejadas de la capital proclamaron la guerra contra los franceses, y llegó el momento en que había que tomar partido en el enfrentamiento inevitable (...). Yo estaba convencido de que si el pueblo pudiera permanecer tranquilo bajo la forma de gobierno a que estaba acostumbrado mientras el país se libraría de una dinastía de la que no era posible esperar ninguna mejoría, la humillación política de recibir un nuevo rey de manos de Napoleón quedaría ampliamente compensada con los futuros beneficios de esta medida. En efecto, en pocos años la nueva familia real se identificaría con el país. Muchos de los españoles más ilustres y honestos se habían puesto del lado de José Bonaparte. Se había preparado el marco de una Constitución que, a pesar de la forma arbitraria con que había sido impuesta, contenía la declaración explícita del derecho de la nación a ser gobernada con su propio consentimiento y no por la voluntad absoluta del rey. La Inquisición (...) iba a ser abolida inmediatamente, y lo mismo sucedía con las órdenes religiosas (...).”
Escritos de José María Blanco White, 1.808
Tomado de: http://www.iesabastos.org/webfm_send/1011
Texto 2:
Enlace para acceder a la Constitución integra de 1812, conocida como la Pepa, tomado de:
Debéis analizar los articulos 1 al 4, 8, 12, 14 al 17, 34, 142 y 366.
Texto 3:
"La nobleza siempre aspira a distinciones, el pueblo siempre intenta igualdades, éste vive receloso de que aquélla llegue a dominar, y la nobleza teme que aquél no la iguale, si, pues, la discordia consume los gobiernos, el que se funda en tan desunidos principios, siempre ha de estar amenazado de su fin"
La monarquía absoluta (voz que por igual causa oye el pueblo con harta equivocación) es una obra de la razón y de la inteligencia- está subordinada a la ley divina, a la justicia y a las reglas fundamentales del Estado; fue establecida por derecho de conquista o por sumisión voluntaria de los primeros hombres que eligieron sus reyes. Así que el soberano absoluto no tiene facultad de usar sin razón de su autoridad (derecho que no quiso tener el mismo Dios): por esto ha sido necesario que el poder soberano fuese absoluto, para prescribir a los súbditos todo lo que mira al interés común, y obligar a la obediencia a los que se niegan a ella.
Pero los que declaman contra el poder monárquico confunden el poder absoluto con el arbitrario; sin reflexionar que no hay Estado (sin exceptuar las mismas repúblicas) donde en el constitutivo de la soberanía no se halle un poder absoluto (...).
Hay entre el príncipe y el pueblo, ciertas convenciones que se renuevan con juramento en la consagración de cada rey, hay leyes y cuanto se hace contra sus disposiciones es nulo en derecho. Póngase al lado de esta definición la antigua Constitución española y medítese la injusticia que se le hace.
(…) (Y concluía con la siguiente petición): No pudiendo dejar de cerrar este respetuoso manifiesto en cuanto permita el ámbito de nuestra representación, y nuestros votos particulares con la protesta de que se estime siempre sin valor esa Constitución de Cádiz, y por no aprobada por V. M. ni por las provincias (…) porque estimamos las leyes fundamentales que contiene de incalculables y trascendentales perjuicios que piden la previa celebración de unas Cortes españolas legítimamente congregadas en libertad y con arreglo en todo a las antiguas leyes.”
Manifiesto de los Persas (12 de Abril de 1814)
Texto 4:
“Uno de los jueces de policía era amigo mío, y también un oficial de los que mandaban la tropa encargada de proteger a los jueces. Fui pues, de casa en casa, y no puedo dar idea de la indignación que ardía en mi alma contra aquellos bribones, a quienes era preciso buscar dentro de sus propias casas para prenderlos (...).
La pesquería no fue mala, y si bien se nos escaparon Toreno, Antillón, Gallego y otros, cogimos a Argüelles (...), a Gallardo, en la del Príncipe; a Canga Argüelles en la misma calle y casa de San Ignacio; a Page, en la de Hita; a Cepero y a Martínez de la Rosa, en la calle de San José; a Larrazábal, en la de Jacometrezo; a García Herreros, en la plaza de Celenque, y en diversos sitios que no recuerdo, a Quintana el "Seminarista", a Feliu Villanueva, Muñoz Torrero Cano Manuel, Álvarez Guerra, 0'Donojú, Capaz, Cuartero, a los cómicos Maíquez y Bernardo Gil, sin omitir al célebre cojo de Málaga.
(..) ¡ay!, aquella noche las almas se desbordaban de gozo viendo destruida la infame facción, muerta la herejía, enaltecido el sacrosanto culto, restaurado el trono, confundidos volterianos y masones (...).
A medida que iban cayendo los llevábamos a la cárcel de la corona y al cuartel de guardia de corps o a San Martín, donde quedaban encerrados. No se les dejó papel que no se guardase para dar luz sobre los procesos que se les iban a formar, porque habría sido en verdad lastimoso que las execrables picardías de tanto malsín no tuviesen comprobación cumplida en los autos, para que a nadie quedase duda de sus maldades (...).
Siempre me acordaré de la insolencia de los diputadillos, que en vez de echarse a llorar y pedirnos perdón cuando los prendíamos, nos miraban con altaneros ojos, afectando una serenidad tranquila, propia de justos e inocentes (...).
Llegaste al fin, ¡Oh día 2 de mayo!, y tus primeras luces vieron al devoto pueblo de Madrid corriendo por las calles (...), ¡Oh qué pueblo! y cómo gritaba celebrando el acabamiento de la tiranía! ¡Y con cuanto amor invocaba al Dios Todopoderoso y a su Santísima Madre, llevando en triunfo a los benditos frailes y arrastrando por las enlodadas calles las sacrílegas imágenes de la libertad, que exornaban el palacio del charlatanismo; arrancando la lápida de la Constitución y cuantos letreros y signos y figuras recordasen la conjurada borrasca!
Por mi parte trabajé en aquel día más que en otro alguno de mi vida (...). Ahí es nada (...), era preciso ir repartiendo dinero por los barrios bajos y convocar a determinados individuos de la majería (..) asimismo era indispensable ir de taberna en taberna y de garito en garito, contratando gente (...); también había que avisar a los padres franciscanos y agustinos que estaban ocultos para que saliesen a arengar a la muchedumbre; hacer correr noticias de falsas conspiraciones fraguadas por los revolucionarios (...).”
PÉREZ GALDOS, B.: "Memorias de un cortesano de 1815", pp. 14-16.Tomado de: http://www.iesabastos.org/webfm_send/1011
Textos 5: Independencia Americana:
“Un continente separado de España por mares inmensos, más poblado y rico que ella y reducido durante tres siglos a una dependencia degradante, tiránica, se entera en el año 1.810 de la disolución del gobierno de España después de haber sido ocupado su territorio por los ejércitos franceses. Se pone en guardia para evitar esa misma suerte y escapar de la anarquía y del desorden que la amenazan. (...)
En circunstancias menos críticas, provincias de España ya habían instituido juntas gubernamentales con el objeto de escapar del desorden y los disturbios (...). Persuadida que España había sido completamente sojuzgada, como se creía entonces en toda América, Venezuela tomó esta iniciativa, que podía haber adoptado mucho antes siguiendo el ejemplo autorizado de las provincias españolas, a las que se declaró igual en derechos y en representación política (...).”
BOLÍVAR, S.: Páginas escogidas
“El lazo que la unía a España (a América) está cortado (...). Más grande es el odio que nos inspira la Península que el mar que nos separa de ella (...). El hábito de la obediencia, un comercio de intereses, de luces, de religión; una tierna solicitud por la cuna y por la gloria de nuestros padres; en fin, todo lo que formaba nuestra esperanza nos venía de España. (...) Actualmente sucede todo lo contrario. Todo lo sufrimos de esa desnaturalizada madrastra. (...) Somos un pequeño género humano; poseemos un mundo aparte, cercado por dilatados mares, nuevo en casi todas las artes y ciencias, aunque, en cierto modo, viejo en los usos de la sociedad civil. (...) no somos indios ni europeos, sino una especie media entre los legítimos propietarios del país y los usurpadores españoles: en suma, siendo nosotros americanos por nacimiento y nuestros derechos los de Europa, tenemos que disputar éstos a los del país y mantenernos en él contra la invasión de los invasores.”BOLÍVAR, S: Carta de Jamaica, 1.815.
“La Representación Soberana de la Provincia del Alto Perú, profundamente consciente de la grandeza y del inmenso peso de su responsabilidad (...) declara solemnemente en nombre y con absoluto poder de sus dignos representantes: que ha llegado el fausto día en el que los deseos inalterables y ardientes del Alto Perú, de emanciparse del poder injusto, opresor y miserable del rey Fernando VII, deseo mil veces corroborado con la sangre de sus hijos (...), se erige en Estado soberano e independiente de cualquier otra nación, tanto del viejo como del nuevo mundo (...) y afirmamos que nuestra voluntad irrevocable es gobernarnos a nosotros mismos, ser regidos por una Constitución (...) contando con el sostén inalterable de la santa religión Católica y de los sacrosantos derechos del honor, la libertad, la vida, la igualdad, la propiedad y la seguridad. (...)”
Declaración de Independencia de Bolivia. (1.825)Tomado de: http://www.iesabastos.org/webfm_send/1011
JV
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