Como hemos tenido oportunidad de ver La Palma tiene muchos encantos. Uno más lo constituye su peculiar agricultura, que como observaremos muchas veces se basa en el ingenio y en la capacidad de adaptación de los palmeros a su entorno: mezcla de belleza y voluptuosodidad geológica y floral.
Mi primera sorpresa fue ver como de esta suerte de gran bellota brotaban las ristras de plátanos:
Bellos árboles pueblan el centro de las villas
Las plataneras se expanden por toda la isla hasta llegar al mar
Grandes formaciones de hojas le dan un sabor tropical
Otras luchan por ganar espacio a la roca
El conjunto nos recuerda otras latitudes, la peculiaridad canaria
Exuberancia y belleza se dan la mano
El pino canario adopta curiosas formas fruto del clima y de los desdichados incendios:
El clima hace que a más de dos mil metros tengamos este panorama arbóreo.
Los barrancos símbolo de la Isla la hacen única
Estas formaciones han marcada la forma de abordar los cultivos en la isla, baste un ejemplo:
Fotos JV y Eugenia (ampliables)JV
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