En Oriente encontramos la esencia de la Isla, sus primeras capitales como Bayamo y Santiago y lugares emblemáticos como el Santuario de la Virgen del Cobre. Es tan bien la tierra donde nacieron las grandes corrientes de la música cubana (Punto, Son, Bolero Danzón, Rumba), muchas veces vinculadas a las amplias explotaciones agrarias de esta zona.
En Camaguey, conocida como la ciudad de los tinajones, encontramos bellos edificios como esta iglesia de nuestra señora de la Merced que guarda un gran Santo Sepulcro de plata y una de las mejores catatumbas de la Isla.
La plaza de San Juan de Dios, que hoy está considerada monumento nacional, guarda esa belleza de las casas burguesas rurales que denotan su poder en las fachadas pero sobre todo son sus magníficos interiores entorno a bellos patios que veremos en próximos post.
Y por último otro símbolo de Camaguey lo constituye el Teatro principal que data de 1850 y que es la sede de la segunda compañía de ballet más importante de Cuba y que alberga el Festival Nacional de Teatro.Bayamo tiene sobre todo referencias patrióticas para los cubanos. Fue la segunda ciudad que fundaron los españoles en 1513 y también la primera capital de la República además de cuna del primer presidente Carlos Manuel Céspedes.
Un monumento en el centro de la ciudad está dedicado al Himno Cubano y en el podemos ver la primera bandera del país similar a la chilena:
Bayamo conserva toda la belleza, colorido y vitalidad de las ciudades del Oriente cubano.
Imagen de Sierra Maestra, enclave de utópicas reminiscencias aún no cumplidas y que cobija en su interior el Santuario de la Virgen del Cobre y la bella Santiago (a la que da ese ambiente de caldera que hemos sufrido con estoicismo viajero este verano)
En Santiago el monumento a Maceo impacta por su grandiosidad y nos habla de un ideal revolucionario vinculado a la lucha anticolonial que viró hacia otros ideales que no han terminado de ser interiorizados. Como dice el poeta Silvio Rodríguez a la Revolución le falta una evolución hacia el socialismo.
El cementerio de Santa Ifigenia, donde reposan los grandes héroes de Cuba, Maceo (del que vemos su tumba), el gran mausoleo a Martí y también Céspedes. Resulta una visita curiosa ya que en el también reposan Frank País (héroe de Moncada) y personajes como Compay Segundo.
Otra visita obligada es el Cuartel Moncada que conserva el Museo Histórico del 26 de Julio (fecha del asalto al cuartel, aprovechando el famoso Carnaval de la Ciudad) y que hoy es un centro escolar.
Visita inexcusable es el Castillo del Morro que cierra la bahía y que nos muestra una vistas irrepetibles de ese gran mar Caribe, con la majestuosidad de Sierra Maestra delimitando su pérfil.
Los soportales del Ayuntamiento de esta insigne ciudad, desde donde Fidel Castro proclamó la victoria de la Revolución, que sin duda, necesita de una reactualización aplicando los ideales que pueden leerse en el Museo del 26 de Julio pero que no se han terminado de concretar.
La imponente Bahía de Santiago, con el Castillo del Morro cerrándola es hoy un lugar de esparcimiento y disfrute en los numerosos lugares para comer y disfrutar que pueblan los pequeños cayos que la conforman.
Para cerrar nuestro itinerario de la Isla de Cuba, no puede faltar un lugar de sol y playa donde poder saciar lo que sin duda no es más que uno de los muchos atractivos de la Isla y no el único. Nosotros nos decidimos por Guardalavaca en la provincia de Holguin, sus playas menos mediáticas y más tranquilas muestran la belleza del Océano Atlántico en estas latitudes.
Los complejos son paradisiacos e invitan a la tranquildad y al relax.
Es obvio que el Oriente Cubano merece también una parada en un viaje que por muchas cosas resulta inolvidable aunque también algo contradictorio al menos para nosotros.
Fotos JV y Eugenia (todas son ampliables)
JV
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