Vicente nos regala una interpretación de San Cristina de Pola de Lena, con su contrastado rigor y buen hacer, espero que os guste su trabajo que viene a completar el post que sobre esta bella iglesia pusimos hace algún tiempo.
Junto a San Miguel de Lillo o Santa María del Naranco, esta iglesia cierra la trilogía ramirense. Como todas ellas fue mecenada por la realeza (Ramiro I o, tal vez Ordoño I, que podría haber proyectado aquí otra residencia campestre).
Si observamos su planta encontraremos recuerdos islámicos con otros puramente asturianos, relacionados con lo carolingio. De la tradición visigoda son la cabecera cuadrangular, el nártex de entrada (como en San Juan de Baños) el crucero compartimentado (San Pedro de la Nave) o esas extrañas habitaciones junto a la entrada que recuerdan las ergastualae que explicábamos en Quintanilla de las Viñas (También lo sería el iconostasio, como luego veremos).
Lo más relevante como novedad es la estructura de ocupación de la planta, con un nártex y una cabecera más elevada, con una carte central más baja. Ideológicamente corresponde ya a una clara división tripartita de la sociedad ya anunciada en el mundo carolingio: los que luchan (en este caso, los reyes en la parte superior del nártex), os que rezan (los religiosos del presbiterio), los que trabajan (el pueblo en el centro)
Tribuna regia
En cuanto al alzado se utiliza mampostería con esquinas reforzadas por sillares y responde a una serie de características comunes al estilo: preeminencia del muro sobre el vano (con pequeñas ventanas), tendencia a la verticalidad (debió ser más alta antes de la restauración de 1894) y escalonamiento de volúmenes (heredado de lo visigodo y que pasará a lo mozárabe).
En el interior destaca su espléndido iconostasio que divide la zona sagrada de la profana, típico de la liturgia hispana hasta la introducción del rito gregoriano por Cluny.
Se realizó con numerosos elementos visigodos (como los canceles o las celosías):
Organizándose según modos asturianos: tripartito (el tres es el número clave en este estilo) de arcos peraltados (medio punto sobre tramos rectos), columnas sogueadas con capiteles reutilizados (acanto) o de modelos asturianos que rompe el espacio por medio de triángulos en donde se insertan figuras:
La cubierta recuerda claramente modelos del Naranco: bóveda de cañón con arcos fajones que pasan los pesos al exterior a través de contrafuertes adosados y al interior a pilastras que se unen en altura por medio de arcos de medio punto (también adosados al muro que refuerzan la estructura a la vez que articulan el muro, con sus típicos medallones en las enjutas):
Texto Vicente Camarasa
Fotos JV y Eugenia, menos la indicada.
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