sábado, 18 de febrero de 2012

EL HAMBRE DE SABER DA LA VIDA


¡Libros! ¡Libros! Hace aquí una palabra mágica que equivale a decir: "amor, amor", y que debían los pueblos pedir como piden pan o como anhelan la lluvia para sus sementeras. Cuando el insigne escritor ruso Fedor Dostoyevsky, padre de la revolución rusa mucho más que Lenin, estaba prisionero en la Siberia, alejado del mundo, entre cuatro paredes y cercado por desoladas llanuras de nieve infinita; y pedía socorro en carta a su lejana familia, sólo decía: "¡Enviadme libros, libros, muchos libros para que mi alma no muera!".
Si pulsáis sobre estos dos párrafos, accederéis a una magnífico post de Pedro Cabrera donde recoge un discurso de Federico García Lorca en la inauguración de una biblioteca en su querida Fuente de Vaqueros. Este texto recoge eso que os digo muchas veces: aprender es la mejor forma de amar y de vivir. Leed este magnífico discurso y disfrutar.
JV

viernes, 10 de febrero de 2012

Sobre la precariedad de la conciencia crítica, Raffaele Simone

En el artículo que referenciamos se extractan algunas ideas sugerentes de la obra publicada por Simone, "el monstruo amable". Nos propone una serie de ideas para la reflexión que pueden ser un buen ejercicio para los momentos que nos ha tocado vivir: socialización de la crisis como forma de hacerla más digerible, defensa de ideas esenciales huyendo de un pragmatismo muchas veces castrador e inoperativo, busqueda de alternativas a los intentos uniformadores de lecturas unidireccionales. En definitiva la propuesta de un libro que puede ayudar a plantearse alternativas a caminos únicos que no consiguen subvertir la dura situación de crisis, no sólo económica sino de ideas.
jv

viernes, 3 de febrero de 2012

Tema 12: La construcción y consolidación del Estado Liberal

12. La Construcción y consolidación del Estado Liberal (1833-1898)
12.1 El reinado de Isabel II. La oposición al liberalismo: Carlismo y Guerra Civil. La cuestión foral. Construcción y evolución del Estado Liberal
Isabel nació en 1830 y su nacimiento supuso el inicio de un conflicto que la seguirá a lo largo de su reinado. El problema sucesorio, que tenía su origen en la Ley Sálica, de origen francés, que no permitía el acceso al trono de las mujeres. Pese a ello Fernando VII, influido por su mujer María Cristina, promulgó la Pragmática Sanción, que derogaba la Ley Sálica y permitía a su hija reinar con el nombre de Isabel II. Pero los partidarios del tío de Isabel D. Carlos (carlistas) se opusieron de forma feroz a esta situación.
El problema esencial no era quien debía reinar sino el choque entre dos modelos de sociedad. Entorno a D. Carlos se agrupan las fuerzas más partidarias del Antiguo Régimen, los defensores de la tradición, los opuestos a cualquier forma de liberalismo. Maria Cristina vio claro que debía agrupar en la causa de su hija a las personas que defendía el liberalismo formó un gobierno reformista, decreto una amnistía que supuso la vuelta de 10.000 exiliados.
Estos dos bandos se iban a enfrentar de forma inevitable. La muerte de Fernando VII en 1833, reafirmando a su hija como heredera al trono con 3 años, supuso la toma de postura de los carlistas que proclamaron rey a D. Carlos el mismo día promoviendo un levantamiento absolutista en el norte de España, que supuso la 1º Guerra Carlista.

Carlismo y Guerra civil. La cuestión foral.
El carlismo da forma a lo que aún hoy se conoce como la cuestión foral. El carlismo se define como tradicionalista y antiliberal, englobó a la nobleza rural (defensora de los fueros), a gran parte del clero y también a una base social campesina de las zonas rurales de País Vasco, Navarra, parte de Cataluña, Aragón y Valencia.
Eran esencialmente propietarios empobrecidos, artesanos arruinados o arrendatarios enfitéuticos, que veían con recelo las reformas tributarias, la igualdad jurídica, la separación de Iglesia y Estado y la supresión de los fueros tradicionales. No les gustaba la igualdad de los nuevos tiempos querían los particularismos del Antiguo Régimen (tanto las clases altas, como las bajas, tenían miedo a los cambios). Defendían lo rural frente a lo urbano.
Pese a todo algunos grupos absolutistas fieles a Fernando VII (grupos urbanos y élites de funcionarios y clero) apoyaron a la reina regente y a su hija. Pero Maria Cristina buscó el apoyo del liberalismo moderado (defensor de una monarquía inserta en un régimen liberal que defendiera sus intereses, no querían revueltas populares). Pero el desarrollo de la guerra hizo necesario ampliar la base de apoyo a la reina y se tuvieron que abordar reformas progresistas para aglutinar la base popular de las ciudades y las clases medias ilustradas.
La guerra fue larga y cruenta (6 años), aunque la confrontación ideológica que la provocó durará una siglo hasta la guerra civil.
La guerra inicialmente se vinculó a las zonas rurales y con guerra de guerrillas contra los intereses del Estado. La tardanza en la reacción de Madrid permitió a Zumalacárregui organizar un ejército de 25.000 hombres, mientras Cabrera unificaba las partidas aragonesas y catalanas. D. Carlos con esta situación entró en España y se puso al frente del ejército sublevado que avanzó hacia Madrid intentando tomar la ciudad, al fracasar volvieron al Norte.
Este conflicto también tuvo su dimensión internacional, a D. Carlos le apoyaron las potencias absolutistas: Rusia, Prusia o Austria y a Isabel II, Inglaterra, Francia y Portugal, que veían con buenos ojos la implantación del liberalismo moderado en España.
El sitio de Bilbao fue clave en la contienda, la muerte de Zumalacárregui en 1835 y la victoria de Espartero en Luchana, marcaron el curso del conflicto. Entre 1837-1839, los carlistas se escindieron en dos ramas los transaccionistas partidarios de un acuerdo con el liberalismo moderado y los intransigentes, más cercanos a D. Carlos y apoyados en la radicalizada base campesina que quería seguir la guerra.
El general Maroto, líder de los transaccionistas llegó a un acuerdo con el general Espartero en el famoso Convenio de Vergara (1839) (conocido también con el abrazo de Vergara). Fue una derrota honrosa para los carlistas, al menos así se vendió. Conservaron los fueros de las provincias vascas y Navarra. Se integró a los oficiales carlistas en el ejército real, hecho que constituyó un gran error político. Sólo resistiría Cabrera en el Maestrazgo (Valencia) hasta 1840.
La guerra carlista aceleró la necesidad de implantar una revolución liberal en España, pero controlada desde el poder, para ello se nombró a un viejo liberal “doceañista” (que había participado en la Pepa) para llevarlo a cabo: Martinez de la Rosa, quien en 1834 promulga el Estatuto Real. Es una carta otorgada, no una constitución, con un sistema bicameral y un sufragio censitario (0,15 % de la población), es un texto que recoge las aspiraciones de la burguesía y la participación real. Evidentemente no está por la soberanía nacional, ni por la separación de poderes. Las Cortes sólo votaban impuestos y no tenían iniciativa legislativa.
El régimen que plantea este Estatuto, es un ejemplo claro de liberalismo censitario, partidario de limitar el poder absoluto pero sólo por parte de un parlamento representativo de los sectores “responsables” de la sociedad y el acceso exclusivo de las clases acomodadas a la acción política, marginando a la inmensa mayoría de la población.
En consecuencia, era evidente que el Estatuto era absolutamente insuficiente y la escisión entre liberales progresistas y moderados cada vez era más importante. El conflicto entre ambas posturas marcara el resto del reinado de Isabel II, que intentó nadar entre dos aguas, no por convicción, sino por necesidades políticas.
En este contexto los progresistas que dominaban el movimiento popular, con gran influencia en la Milicia Nacional, comienzan a protagonizar numerosas revueltas urbanas en Andalucía, donde algunas juntas propusieron el alzamiento armado. Aunque lo peor sucedió en Barcelona donde la revuelta popular de los bullanges, provocó la quema de conventos, incendios de fábricas y culminó con la constitución de una Junta que dirigida por los elementos liberales más progresistas gobernó durante semanas el Principado. Algo similar ocurrió en Madrid, resulta muy interesante valorar sus peticiones: reunión de cortes, libertad de prensa, nueva ley electoral, extinción del clero regular, reorganización de la milicia y leva de 200.000 hombres para acabar con los carlistas.
Ante esta situación la Regente nombra al progresista liberal Mendizábal como presidente del gobierno que actúa rápidamente, con la desamortización de bienes del clero que le dieran recursos para reorganizar el ejército contra los carlistas. Pero claro nobleza y clero vieron con temor las reformas y Mendizábal es destituido en el verano de 1836. Pero las revueltas en las ciudades se suceden y los pronunciamientos demandan un régimen constitucional en un marco de un modelo social y económico liberal. Este proceso culmina con el levantamiento progresista de la guarnición de la Granja, donde se encuentra la Regente, pasando el verano. Los progresistas asumen el poder y restablecen la Constitución de Cádiz.

Mendizábal, en dos etapas como jefe de gobierno entre septiembre 1835 y mayo del 1836 y como ministro de Hacienda entre agosto de 1836 y finales de 1837, se encarga de desmantelar las instituciones del Antiguo Régimen e implantar el régimen liberal constitucional y de monarquía parlamentaria. La esencia de este proceso se basa en modificar la concepción jurídica de los derechos de propiedad, especialmente de la propiedad agraria. La reforma agraria actuó en tres ámbitos que ahora analizaremos pero consagrando dos principios básicos la propiedad privada y la libre disponibilidad de la propiedad.
La reforma actuó sobre tres bases esenciales:

1. La disolución del régimen señorial, que se concretó en una ley de 26 de agosto de 1837.
a. Los señores perdían sus atribuciones jurisdiccionales.
b. El antiguo señor se convertía en propietario agrario, no se respetaron los derechos consuetudinarios de explotación de la tierra (problema de futuro)
2. La desvinculación, que esencialmente significa que se liberan definitivamente las tierras de los patrimonios vinculados y sus propietarios pueden venderlas sin trabas. Grandes extensiones de tierra salieron al libre mercado para se compradas al mejor postor.
3. La desamortización de los bienes eclesiásticos que buscaba liquidez para el sistema y amortiguar la Deuda pública. El gran error fue aceptar vales de Deuda, lo que no permitió dar liquidez al sistema. También se buscaba una base social de propietarios que apoyará el liberalismo.
Otras leyes claves para liberalizar la economía:
• Abolición privilegios de la Mesta
• Derecho a cercar y a la libre explotación de montes y viñedos.
• Libertad de arrendamientos agrarios, precios y almacenamientos.
• Ley de comercio interior para la mayor parte de productos.
• Abolición de privilegios gremiales y implantación de libertad de industria y comercio, aboliendo aduanas interiores.
• Abolición diezmos eclesiásticos.

Constitución de 1837:
Supone la culminación de este proceso. Aunque se le puede criticar que asumió tesis del liberalismo doctrinario como el papel moderador de la monarquía, asume le concepto de soberanía popular, un amplio catalogo de derechos de los ciudadanos (prensa, opinión, asociación) y la ausencia de confesionalidad del Estado. Pese a todo, la inclusión del Senado y los poderes concedidos a la monarquía como derecho de veto, potestad de disolución del parlamento o nombramiento libre de ministros, restringió la reforma, máxime si tenemos en cuenta que el sistema electoral era censitario y muy restringido sólo tenían derecho al voto entre un 2 y un 4% de la población.

Construcción y evolución del Estado Liberal
Este sistema electoral propició que en las elecciones de septiembre de 1837, ganaran los moderados que intentaron desvirtuar los avances progresistas y más democráticos. En 1840, plantean una ley electoral aún más restrictiva, limitan la libertad de imprenta y promueven una ley para que la Corona nombre a los alcaldes de las capitales de provincia. Se intentó devolver sus bienes al clero secular e intentar devolver los bienes expropiados a las órdenes religiosas, además de diseñar un proyecto para reimplantar el diezmo.
La Regente aceptó esta política y los sectores más progresistas volvieron a la insurrección y a los movimientos para cambiar la situación, se fijaron en el General Espartero, triunfador ante los carlistas quien en Mayo de 1841 asume la regencia.
Pero Espartero tuvo una política muy autoritaria y se derechizó de forma muy importante y su política no cumplió las expectativas creadas. No obstante el gran problema surgió en 1842 con la aprobación del arancel que abría el mercado español a los tejidos de algodón ingleses, lo que ponía en una grave situación a la industria catalana, que se empezaba a recuperar. Esto provocó un levantamiento en Barcelona donde la burguesía y las clases populares hicieron frente común en defensa de sus intereses laborales. Las medidas para sofocar la revuelta fueron extremas (bombardear la ciudad) y los moderados con los generales Narváez y O`Donnell comenzaron a conspirar para acabar con Espartero, quien acabó exiliándose. Nombrar un tercer regente parecía demasiado arriesgado y las Cortes optaron por adelantar la mayoría de edad de la reina que fue proclamada como Isabel II con trece años.

Claves para entender el liberalismo español:
1. Pese a que nacen partidos políticos que intentan ser el canal de relación entre los ciudadanos y las instituciones representativas del poder, la desafección hacia la política era total por la escasez de personas que votaban y por que los partidos eran camarillas vinculadas a relaciones personales e intereses económicos. La idea de lo público estaba lejos de ser asumida por la mayoría de la población.
2. El sistema monárquico constitucionalista más o menos restringido no estuvo nunca en discusión.
3. Los moderados eran muy heterogéneos en su composición y en sus planteamientos pero con algunos planteamientos claros:
a. Sufragio censitario, control de las clases populares.
b. Soberanía compartida con amplios poderes de la Corona.
c. Limitación de derechos individuales, siempre que no fuera para defender sus intereses.
d. Es un liberalismo clerical, defendiendo el peso e influencia de la iglesia.
4. Los progresistas son esencialmente media y pequeña burguesía y algunos sectores de la burguesía industrial y financiera, son esencialmente reformistas.
a. Su ideario:
i. Soberanía nacional, sin límites.
ii. Predominio de las Cortes en el sistema político. Rechazan el papel moderador de la Monarquía y niega su participación directa en la política.
iii. Quieren poderes locales fuertes e independientes.
iv. Defienden derechos individuales y colectivos. Entre ellos el de religión.
v. Aunque defiende el sufragio censitario, están abiertos a su ampliación siempre en función de un nivel de renta que garantice un criterio a la hora de votar.
vi. A favor de la reforma agraria y del fin de la influencia eclesial. Esto les permite tener el apoyo de clases medias y artesanas, gran parte del ejército y profesionales liberales.
La Unión liberal escindida de los moderados en 1854, integrará a los sectores más conservadores de los progresistas (evolución del liberalismo)
5. El Partido Demócrata (1849), nace como una escisión de los progresistas. Defiende el sufragio universal, las libertades públicas, la intervención del estado en la enseñanza, la asistencia social, la fiscalidad como vía de igualdad social entre los ciudadanos. De estos grupos saldrán movimientos republicanos como el PSOE, años después.
6. El ejército: Gran peso en la vida política española del siglo XIX, como hemos visto los generales son habituales en la vida pública. Esto llevó a soluciones drásticas por las armas que no imponían la fuerza de la razón, sino la razón de la fuerza. Su presencia y peso social son el ejemplo de una falta de articulación de la sociedad civil, que también se ve con claridad en la tendencia a la creación de Juntas (movimientos de organización civil, de referencia revolucionaria 1808) y las Milicias armadas que beben de esta desarticulación de los organismos articuladores de la sociedad en su conjunto.

Las elecciones de 1844, permitió el control por caciques y gobierno de los resultados, en una ambiente también de clara crisis de los progresistas que como hemos visto no encontraban su espacio electoral. Con ello se instauró el Gobierno del General Narváez quien pondrá las bases del Estado moderado y organizó sus instituciones.
El régimen se apoyó en la burguesía terrateniente, fruto de la fusión de antiguos señores y nuevos propietarios rurales. Los objetivos eran consolidar la revolución liberal frente al carlismo y evitar la subversión de las clases populares. El objetivo último era asentar un liberalismo conservador que defendiera los intereses de las clases respetables del país.
La esencia de este proceso quedó recogida en la Constitución de 1845:
1. Desaparece la soberanía nacional y se sustituye por la soberanía compartida de Rey y Cortes. Se restringe el derecho al voto y un senado no electivo sino nombrado por la Reina.
2. Exclusividad de la religión católica y defensa de sus bienes. En esta línea se firma en 1851 el Concordato con la Santa Sede que incluye financiación pública de culto y clero.
3. Ayuntamiento y Diputaciones sometidos al poder central. Se crea la figura del Jefe político de la provincia que representa al gobierno en la misma (poder centralizado)
4. La Milicia Nacional es suprimida.

La idea básica de la nueva estructura del Estado Liberal era el centralismo y la uniformización, a través de una serie de leyes:
La reforma fiscal y de Hacienda que dirige Mon. Intenta ordenar el gasto y crea tres tipos de impuestos:
a. Contribuciones directas sobre la riqueza (la partida más significativa)
b. Contribuciones indirectas (adunas, gravamen sobre consumo, timbres)
c. Monopolios (Loterías, tabacos y sal).
Nuevo Código Penal de 1851, que unifica las anteriores leyes.
Reorganización de la Administración con una estructura centralizada en Gobiernos civiles y militares en cada provincia y las Diputaciones. Todo controlado desde Madrid.
a. Se da promulga la Ley de Administración Local de 1845, los alcaldes de ciudades de más de 2000 hab., los nombra la Corona y al resto el gobernador civil.
b. Por temor al carlismo se respetaron los derechos forales en Navarra y País Vasco, pero sin las atribuciones legislativas y judiciales anteriores.
 Se creó un sistema de instrucción pública (Ley Moyano 1857), con diferentes niveles y planes de estudio unificados.
 Se implantó un único sistema de pesos y medidas: sistema métrico decimal (desaparece la arroba, celemín, etc.).
 Se crea la Guardia Civil, cuerpo armado con funciones civiles pero estructura militar, para vigilar el orden público y la propiedad privada sobre todo en el medio rural.

Pese a una cierta estabilidad de unos 10 años los movimientos contra el sistema burgués más tradicional se sucedieron desde los extremos más radicales, dentro de un contexto internacional dominado por las revoluciones de 1848, de marcado cariz nacionalista y proletario. De una parte el Carlismo con una base tradicional regionalista no veía con buenos ojos el excesivo centralismo, en este contexto entre 1849 y 1854, se produce la “guerra dels matiners” (revueltas populares donde demócratas y carlistas luchan juntos) o 2º Guerra Carlista, aunque mucho historiadores la cuestionan como tal. El Partido Demócrata se convierte en la gran oposición al sistema.
Esta situación provoca un caldo de cultivo que pedía cambios y que lleva al Manifiesto de Manzanares en 1854, documento básico para que los progresistas llegaran de nuevo al poder en el llamado Bienio Progresista (1854-1856).

El Bienio se va a caracterizar por dos grandes leyes:
1. Ley desamortizadora de 1855, a cargo del ministro Madoz, que además de los tradicionales intentos desamortizadores sobre todo buscó desamortizar bienes de los ayuntamientos (bienes propios y del común), con un trabajo de censo de tierras realmente muy sistemático. El volumen de tierras puesto a la venta era realmente impresionante y en este caso no se admitió deuda. Se perseguía conseguir ingresos para la otra gran apuesta modernizadora:
2. La Ley general de ferrocarriles, que buscaba modernizar y vertebrar la economía española.

Pero estas reformas se olvidaron de la gran masa popular que no podía acceder a los cambios y esto provocó un levantamiento muy importante en Barcelona en 1855, donde se pedían reducción de impuestos (consumos), abolición de quintas, y mejora de salarios y reducción de jornadas laborales (resulta curiosos que con casi 50 años de diferencia se produjeron ataques ludistas). Se intento promulgar una Ley del Trabajo, pero la situación de conflicto sobre todo en el campo castellano y en muchas ciudades con quema de fábricas llevaron a la dimisión de Espartero y a la represión de O´Donnell.
O’Donnell volvió al sistema anterior y pese a la crisis que le llevan a alternar el gobierno con Narváez, se produce un periodo de gran estabilidad entre 1856 y 1868, caracterizado por la política de la Unión Liberal que podríamos denominar de un moderantismo radical con ideas moderadas pero con aplicación por ejemplo de la desamortización pero con negociación con el Vaticano. Esto es una política reformista pero dentro del liberalismo conservador que excluye los elementos más radicales del progresismo como los Demócratas.
Se inicia en este periodo de cierta estabilidad, una política muy europea, de reivindicación nacional en base a una política exterior muy agresiva. Que busca la conciencia nacional y patriótica y que da trabajo a un ejército demasiado metido en política.
-Expedición a Indochina, intervención en México y sobre todo en Marruecos con la incorporación de Sidi Ifni y la ampliación de la plaza de Ceuta.
La falta de reformas fue provocando una crisis económica general que afectó a la agricultura, la industria y las finanzas que provocaron gobiernos autoritarios que calmarán los ánimos por la fuerza. Esta situación se vio agravada por una situación exterior muy convulsa que no permitía solucionar los problemas internos, todos los grupos sociales coincidían en que era necesario un cambio de rumbo radical que suponía la desaparición de la monarquía isabelina.

12.2 El Sexenio democrático (1868-1874): intentos democratizadores. La revolución, el reinado de Amadeo I y la Primera República.
La revolución del 68, es el resultado del agotamiento e impopularidad del sistema liberal conservador que llevó a una crisis económica de nuestro incipiente capitalismo que sólo vio como alternativa a sus problemas la implantación de un sistema democrático que incentivará la economía como había sucedido en otros países de nuestro entorno (Inglaterra y Francia).
Las claves de la crisis económica:
1. Una profunda crisis financiera fruto de las inversiones ferroviarias no rentables. Se vertebró una estructura de ferrocarril que no respondía a los intereses de nuestra organización industrial, sino que se basó en intereses políticos con vías sin ningún interés económico. Esto llevó a la debacle en bolsa y a la caída de la Deuda Pública y de las entidades financieras.
2. Crisis industrial, sobre todo en Cataluña, por la Guerra de Secesión (1861-1865), que provocó que las exportaciones americanas de este producto se interrumpieran y esto generó un alza de los precios espectacular. La carestía de la materia prima se unió a una contracción de la demanda de productos textiles por la crisis, paro y cierre de industrias.
3. Crisis de subsistencia, iniciada en 1866, provocada por las malas cosechas y la carestía del trigo (en 2 años 66-68 aumento en Madrid un 100%). La falta de una reforma agraria seria y un campo con tecnología muy atrasada la provocaron. Unos pedían medidas gubernamentales para salvar sus inversiones en bolsa, los industriales medidas de protección y los obreros y campesinos denunciaban su miseria y medias para mejorar su situación. La revuelta política era cuestión de tiempo.
En 1866 se produce la revuelta de los sargentos del cuartel de San Gil, que son reprimidos por O´Donnell con dureza y muchos son fusilados. Le suceden en el gobierno Narváez y González Bravo, pero se gobierna por decreto sin escuchar los problemas del país.
 La oposición se organiza y en Agosto de 1866, se establece el Pacto de Ostende, firmado por progresistas (Prim) y demócratas exiliados. Se establece una alianza revolucionaria, contra el sistema isabelino, con la única duda si monarquía o república que seria decidido por unas Cortes Constituyentes por sufragio universal. Al pacto se unen en 1867 los unionistas (Serrano), que permite el apoyo de los militares al proceso.
Así llegamos a la que se considera el último acto de la revolución burguesa en España, desde ese momento la burguesía fue y defendió elementos conservadores.

Podemos hablar de dos revoluciones:
 La Gloriosa, una revolución moderada con Prim a la cabeza que pasa por la monarquía democrática y la Constitución de 1869, esta es la opción que triunfó al ser apoyada por los militares y la gran burguesía.
Una radical, que apoya la pequeña burguesía y las masas obreras al frente de la cual esta Pi y Margall que propone una República Federal y una constitución federal.
Podemos afirmar que el sexenio fracaso, por que la burguesía industrial periférica intentó convencer al centro de pactar para imponer un modelo unitario, pero más representativo (federal) que sirviera de base política para continuar la modernización del país. Articular el país descentralizarlo. El centro no quiso ceder su poder y la burguesía periférica no dio el paso por temor y se puso a la defensiva sobre todo frente al movimiento obrero y al federalismo que podía no garantizar sus intereses
El gobierno provisional tomó una serie de medidas que luego serían recogidas en la Constitución de 1869:
 Emancipación a los hijos de esclavos. Libertad de enseñanza e imprenta y libertad de reunión y asociación.
 Sufragio universal masculino (25 años) y democratización de ayuntamientos y diputaciones. Elecciones a cortes constituyentes.

Constitución de 1869:
1. Soberanía Nacional y sufragio universal masculino.
2. Capacidad legislativa exclusiva de las Cortes, aunque el Rey mantiene la atribución de sancionar las leyes. Senado cámara de representación territorial. Sistema bicameral.
3. Declaración amplísima de derechos a los que se unen la libertad de residencia, enseñanza o culto y la inviolabilidad del correo.
4. Independencia del poder judicial, estableciendo un sistema de oposiciones para jueces (que elimina su nombramiento por el gobierno) y se restablecía el juicio con jurado.

Medidas económicas del Sexenio:
1. Esencialmente implantación del capitalismo liberal europeo, con defensa a ultranza del librecambismo y la apertura del mercado español a la inversión extranjera.
2. Se pensaba que favoreciendo la competencia y la libre iniciativa, éstas transformarían las estructuras comerciales e industriales del país. No se buscó la modernización de base sino la implantación de modelos extranjeros que sirvieran de espoleta a los emprendedores nacionales.
3. Se establece la peseta como unidad monetaria.
4. Pero el gran problema histórico es una Hacienda caótica con elevada Deuda Pública, para sanearla vendimos o dimos en concesión nuestro patrimonio minero, dando entrada a capital extranjero.
5. En 1869 se aprueba la Ley de Bases Arancelarias (conocido como el Arancel Figuerola) que liberaliza los intercambios exteriores y acaba con la tradición proteccionista de nuestra economía a lo largo del siglo XIX.
La nueva situación frustró muchas esperanzas, la de los demócratas que querían una república, la de los grupos más conservadores que defendían un país autárquico y clerical (carlistas y ultra conservadores) y los trabajadores que con estas medidas vieron que su situación lejos de mejorar empeoraban, se les pedían más trabajo y más sacrificio (nacen así ideas que vienen de fuera pero que se implantan con fuerza, el proletariado se organiza entorno a los grandes corrientes anarquismo y socialismo).
En esta situación se va a desenvolver la nueva monarquía, por que no olvidemos que se elaboró una Constitución democrática pero con base monárquica, aunque no teníamos rey y buscamos uno.

Amadeo de Saboya (1870-1873)
Cumplía todos los requisitos era un hombre con ideas progresistas (los italianos acaban de unificarse como país), no era Borbón y pertenecía a nuestros antiguos territorios en Italia. Pero su gran valedor Prim fue asesinado tres días antes de su llegada.
Desde el inicio de su reinado tuvo una fuerte oposición:
1. Los moderados que querían restaurar a los Borbones y que comienzan los movimientos para entronizar al hijo de Isabel, el príncipe Alfonso. Su líder era Canovas del Castillo que aglutino una fuerza política compuesta por unionistas y progresistas desencantados. La iglesia apoyó a este grupo, máxime desde que Prim les obligó a jurar la constitución de 1869.
2. La gran burguesía que pronto se puso en contra de una legislación que iba contra sus intereses: abolición de la esclavitud en Cuba, regulación del trabajo infantil, jurados mixtos en las empresas.
3. Naturalmente tenía en contra a los republicanos y a los sectores populares que querían reformas más sociales.
4. Los carlistas que aprovecharon la libertad política para rearmarse y comenzar de nuevo la lucha (1872) desde sus tradicionales posiciones políticas ahora defendiendo a Carlos VII.
La palabra que define el gobierno de Amadeo es inestabilidad y revueltas desde todos los sectores. El problema federal tomó un nuevo sesgo que unió a las demandas democráticas y descentralizadoras el ideario revolucionario de los anarquistas. A todo ello se une un problema colonial el inicio de la Guerra de Cuba que se enquistó y se convirtió en un gran problema de futuro.
El desastre del reinado se resume en 6 gobiernos en dos años, tres elecciones y una crisis interna e internacional que provocaron que el 10 de Febrero de 1873, Amadeo reanunciara al trono.

La Primera República Española:
Se aprobó el 11 de febrero de 1873, por una amplia mayoría de votos a favor y perduró hasta el 29 de Septiembre de 1874. Esto implica que fue una solución de compromiso para abordar la restauración monárquica con más garantías, como lo demuestra su corta vida.
Si sirvió de algo esta República fue para consolidar un problema de futuro y de gran trascendencia en nuestra historia política la consolidación del federalismo, aquí llamado cantonalismo como base de nuestro engarce territorial. Es por ello que el partido que realmente la apoyó fue el Partido Demócrata Republicano Federal de Pi y Margall.
Su ideario político se basaba en pactos de igualdad entre los diferentes pueblos y regiones del país, propugnaban el laicismo del estado, la ampliación de los derechos democráticos (voto femenino), la intervención del estado en las condiciones laborales y una enseñanza pública. Sus apoyos: pequeña burguesía, movimiento obrero y campesino, anarquistas y socialistas (muchos en número, pocos en influencia político-social, en las elecciones de 1873 que ganaron los republicanos la abstención fue del 60%).
Las Junta Revolucionarias fueron recibidas muy bien en los ayuntamientos, pedían la abolición de los consumos (impuestos sobre la carne, el jabón), acabar con las quintas y sobre todo con la redención (pagar o ser sustituido por otro para hacer el servicio militar).
Pero se intentó mantener la legalidad vigente, que pronto saltó por los aires: los carlistas comenzaron las sublevaciones y pese a triunfos parciales del gobierno el problema continuó. El problema de Cuba se agravó, los funcionarios estatales apoyan la vuelta de los Borbones y a la guerra se unió que actuaban por su cuenta sin obedecer al gobierno central. La Internacional había consolidado las ideas de Bakunin y sus seguidores, en España se hicieron fuertes en la reivindicación cantonalista que veía en este sistema un ejemplo de las comunas libertarias anarquistas, muchos cantones se declararon en este momento (Cartagena, Sevilla, Cádiz, Torrevieja, Málaga, Salamanca). Pi y Margall que apoya este movimiento tuvo que dimitir como jefe del gobierno, le sustituye Salmeron que inicia una fuerte represión contra el movimiento cantonal, pero renuncia al cargo al no querer firmar las sentencias de muerte impuestas por los militares a los sublevados. Llega al poder Castelar, representante del republicanismo más conservador. Ante su debilidad en las Cortes impone un gobierno autoritario dando amplias atribuciones a los militares. Pero Castelar es derrotado en el Congreso por 20 votos (120 en contra y 100 a favor) y se decide formar un gobierno de centro-izquierda que no llega a formarse ante el ataque del General Pavía que entra en el Congreso con la Guardia Civil y disuelve la asamblea por la fuerza. El general Serrano intenta estabilizar un gobierno republicano de carácter conservador pero se produce el pronunciamiento del General Martínez Campos en Sagunto, que proclama a Alfonso XII como rey de España, quien el día 1 de este mismo mes de Diciembre había firmado el llamado Manifiesto de Sandhurst, que establecía los principios de la nueva monarquía: un régimen monárquico de signo conservador y católico, que defendería el orden social, pero que garantizaría el funcionamiento del sistema político liberal.

12.3 El régimen de la Restauración. Características y funcionamiento del sistema canovista. La oposición al sistema. Nacimiento de los nacionalismos periféricos. Guerra colonial y crisis de 1898
La restauración monárquica se apoyó en un sistema parlamentario liberal, pero escasamente democrático. El nuevo sistema fue bien visto por los que se asustaron ante la radicalización del Sexenio y la irrupción del obrerismo. Se esperaba que la monarquía resolviera problemas endémicos de la política:
1. El carácter partidista y excluyente de los moderados durante el reinado de Isabel
2. El intervencionismo de los militares en la vida política
3. Evitar los constantes enfrentamientos civiles en la sociedad española.
Para ello se articuló una nueva constitución la de 1876, claramente inspirada en la de 1845, que permitiese defender los valores tradicionales: familia, religión y propiedad pero intentando incorporar elementos democráticos de la de 1868.

Constitución de 1876
 Soberanía compartida Cortes y Corona
 La Corona, era un pilar del régimen y se le otorga derecho de veto, potestad legislativa compartida con las Cortes y el nombramiento de ministros.
 Sistema bicameral, senado poco operativo.
 Confesionalidad católica del Estado, que supuso el restablecimiento de presupuesto para culto y clero.
 Declaración de derechos, pero muy restringidos en especial imprenta, expresión, asociación y reunión.

Características y funcionamiento del sistema canovista
Auténtica esencia del nuevo sistema es esta particular forma de ver la alternancia de los gobiernos apoyada en la Corona, los partidos dinásticos y el ejército. La Corona árbitro y garante de la alternancia, que se sucedería entre los partidos dinásticos conservador y liberal, que teniendo garantizado el cambio cada elección renuncian a los pronunciamientos. Se establece la supremacía del poder civil sobre el militar, pero dejando a este último mano libre en sus asuntos y situando al rey como símbolo y cabeza visible del mismo.
Inicialmente el sistema funcionó bien, en parte por el final de las guerras carlista y cubana. La primera por su propia lógica al tener un monarca y varón al frente del país, con lo que perdían su justificación y por otra las sucesivas derrotas sufridas que obligan a D. Carlos a salir del país en 1876. Esto supuso la abolición del régimen foral, aunque se mantuvo un régimen de conciertos económicos (1878), que les daba una gran autonomía fiscal (Navarra y País Vasco).
El final de los conflictos internos permitió mandar más tropas a Cuba y a una negociación con la isla. En 1878 se firmó la Paz de Zanjón, que incluía una amplia amnistía, la abolición de la esclavitud y promesa de reformas políticas y administrativas, según la cual Cuba tendría diputados en la Cortes Españolas (modelo frances). No obstante los incumplimientos llevarán a nuevos conflictos en 1879 y la decisiva insurrección en 1895.
El bipartidismo y el turno pacífico entre los dos grandes partidos fue un hecho de la mano de sus grandes artífices Cánovas y Sagasta. Ambos tenían una base electoral homogénea entre las élites del país. Si bien entre los conservadores eran más los terratenientes y entre los liberales más los profesionales. Los conservadores eran más inmovilistas y defendían la iglesia y el orden social y los liberales eran más reformistas y tenían un carácter algo más progresista y laico (similitudes sistema norteamericano). No obstante había un acuerdo tácito en no promulgar leyes que luego se tuvieran que derogar.
El sistema tenía su pilar en el llamado caciquismo electoral, que no era otra cosa que a través de enlaces en todas la geografía española y sobre todo en el ámbito más provinciano se aseguraba que el partido que convocará elecciones las ganaría (al perder uno la confianza, el rey mandaba formar gobierno al otro que convocaba elecciones para tener la confianza parlamentaria).
La adulteración de los votos tenía 3 grandes pilares, el sufragio censitario, el trato más favorable a los distritos rurales que a los urbanos (en el número de votos y en concesiones), la manipulación electoral incluso con amenazas físicas y las trampas electorales (de ahí nace la figura de los interventores posteriores para evitar esto).
El gobernador elaboraba la lista de los candidatos (encasillado) y también a los cuneros (diputados ajenos a la circunscripción pero que entraban en las listas, ej. hoy en día ministros). Estas listas llegaban a alcaldes y caciques que ponían en marcha el sistema (que incluye el pucherazo, la votación de personas fallecidas, el no poder llegar a votar, compra de votos, no dejar que la oposición diera mítines y no dejar actuar a los interventores).
Armas de los caciques: controlaban las alcaldías, hacían informes personales (recomendados), controlaban los sorteos de quintas, podían ralentizar trámites y daban trabajo. Esto se tradujo en una abstención impresionante de la población no superando casi nunca las elecciones el 20 % de participación (1876-1907).

La oposición al sistema. Nacimiento de los nacionalismos periféricos
Entre 1876 y 1898, seis elecciones las ganaron los conservadores y cuatro los liberales. Con altibajos el sistema funcionó hasta 1923. Aunque realmente el único periodo en el que se desarrollaron las reformas propuestas por Sagasta, coinciden con la regencia de la mujer de Alfonso XII, la Reina María Cristina que asume la tutela de su hijo Alfonso XIII, entre 1895-1902, esto fue posible por el acuerdo entre conservadores y liberales el Pacto del Pardo que se llevó a cabo para evitar el colapso del sistema.
Entre las reformas cabe destacar:
1. El sufragio universal masculino municipales de 1882
2. Abolición de la esclavitud 1888
3. Ley de Asociaciones 1887
4. Sufragio universal masculino elecciones generales 1890 (el censo aumenta de 800.000 a 5.000.000 de votantes), aunque esto provocó algún disgusto en ciudades como Barcelona, el sistema funcionó.

La oposición: carlistas, republicanos, socialistas y nacionalistas.
A algunos de ellos se les integró como minorías en el Congreso y a los más radicales, se le persiguió.
Los carlistas, prosiguieron instigando y conspirando pero ya sin la fuerza de antaño. Se proclamaban el único partido realmente católico. Algunos colaboraron en revueltas contra la monarquía protagonizadas por republicanos, lo que llevó a su escisión en 1888, se funda el partido Tradicionalista, con una concepción integrista de la sociedad, antiliberales y defensores a ultranza de la religión católica.
Los republicanos, algunos se integraron en el sistema como el Partido Posibilista de Emilio Castelar. Otros optaron por la vía revolucionaria con pronunciamientos y acciones armadas como el Partido Republicano Progresista de Ruiz Zorrilla. La mayoría quedó fuera del sistema encabezados por Salmeron y los federalistas, los más importantes, siguieron bajo la dirección de su líder histórico Pi y Margall.
El sufragio universal de 1890, les llevo a unirse en la Unión Republicana (1893), quedando fuera los posibilistas de Castelar. Pero el avance del movimiento obrero hizo que muchos viraran más a la izquierda integrándose en los inicios de los que será la UGT y el PSOE.
El nacionalismo, es junto con los socialistas, un elemento nuevo y dinamizador de las relaciones políticas en España. Inicialmente nacen fruto de la defensa de una lengua y una cultura diferencial frente al afán uniformador y castellanizador del gobierno central.
El catalanismo, nace entorno a 1830, fruto de las revoluciones nacionalistas europeas que beben del Romanticismo y que dieron lugar a la conocida como Renaixença, se trataba de recuperar la lengua y cultura catalanas, pero sin aspiraciones políticas. Pero la falta de respuesta a sus demandas llevó la creación de Unió Catalanista (1891), como una federación de entidades de tendencia conservadora, su programa quedo fijado en las Bases de Manresa: defendían una organización confederal de España y la soberanía de Cataluña en política interior. La crisis del 1898, llevó a la creación de la Lliga Regionalista de Prat de la Riba y Cambó. Defendían un programa político conservador y reformista que pedía la autonomía de Cataluña y la lucha contra la corrupción política y el caciquismo. Consiguieron varios triunfos electorales y eran la fuerza hegemónica en Cataluña en 1923.
El Nacionalismo vasco, su origen hay que buscarlo en la anulación de los fueros y en la petición de la reintegración foral. Su origen es etnicista al ver peligrar con la industrialización y la inmigración la sociedad tradicional vasca, su lengua y su cultura. Su gran valedor Sabino Arana, que funda el PNV en 1894. Su ideario se articula entorno a la raza vasca, los fueros y la religión. Su lema “Dios y Antiguas Leyes”, evolucionó del independentismo al autonomismo.
Galleguismo y andalucismo: En Galicia pese a contar con un mayor arraigo idiomático y cultural, la falta de clases medias hizo que su regionalismo fuera débil y tardío y con un componente folclorista nada desdeñable (O Rexurdimiento), pero su traducción política fue escasa y poco generalizada, quedando más en un movimiento cultural (Rosalía de Castro). En Andalucía, la reivindicación de un atraso histórico esta en la base del proceso (su abandono histórico con el centralismo de Madrid), pero también aquí el enfoque es más regionalista y se centra en otra figura literaria de gran altura Blas Infante, su peso político será importante en los años inmediatamente anteriores a la Guerra Civil.

Guerra colonial y crisis de 1898
Entre la Paz de Zanjón (1878) y el estadillo de las nuevas revueltas, los gobiernos españoles tuvieron casi 20 años para solucionar los problemas económicos y políticos de la isla, pero un centralismo exacerbado y una falta de visión llevaron a la gran debacle de 1898.
En lo político las Cortes no aprobaron la autonomía propuesta por los elementos más conservadores para frenar a los independentistas y la única reforma de calado fue la abolición de la esclavitud.
En lo económico los fuertes aranceles impuestos a la Isla, para evitar el comercio con EEUU, generaron muchas tensiones no sólo con Cuba sino con la emergente potencia. En 1894, EEUU adquiría el 88 % de las exportaciones cubanas y sólo se beneficiaba del 37% de sus importaciones, este déficit de la balanza comercial llevó a los norteamericanos a amenazar con cerrar sus puertas a los productos cubanos. El panorama era poco halagüeño.
Y la insurrección se produjo liderada por José Martí y su partido Revolucionario Cubano. En 1895 se produce un levantamiento (El grito de Baire) y Canovas respondió mandando a Martínez Campos que combinaba dotes militares y flexibilidad para negociar. Pero la falta de avances militares llevó a enviar a Valeriano Weyler que aplicó métodos más contundentes que implicaron gran mortalidad, destrucción significativa de plantaciones, vías férreas y maquinaria lo que afectó mucho a la economía cubana.
A la insurrección cubana se sumó la de Filipinas (1896-97), zona menos importante y con menos presencia española si exceptuamos órdenes religiosas y su posición estratégica en el comercio con China, aquí la insurrección fue sofocada por las armas.
El problema fue la entrada en escena de los EEUU, en ambos escenarios. El pretexto, el hundimiento del Maine en la Habana. Una rápida guerra que perdimos de forma también muy rápida y que llevó a la Paz de Paris que significó la pérdida de Cuba, Puerto Rico y las Filipinas.

Consecuencias: la crisis del 98
Fue sobre todo un aldabonazo a nuestra estima como país, generó desencanto y frustración al perder los restos de lo que fue nuestro gran imperio de ultramar. Mientras todas las potencias europeas aumentaban sus territorios en África y Asia, nosotros definitivamente nos situábamos en el furgón de cola de la política internacional. Nuestros gloriosos ejércitos, bregados en la lucha contra el disidente, fueron derrotados sin contemplaciones al intentar defender políticas incompetentes y mal diseñadas.
Pese a todo en un país poco vertebrado en su sociedad civil, la respuesta fue muy tímida y el sistema perduró asumiendo su nuevo rol y con apuestas regeneracionistas de autores como Ortega, Costa, Valle, o Galdós.
Además la economía ayudó, no hubo crisis económica pese a la pérdida de mercados, la inflación se mantuvo baja, se redujo la Deuda Pública y aumentó la inversión de capitales repatriados (la figura del Indiano). Fue más una crisis moral e ideológica que política y económica. (Se tradujo en movimientos nacionalistas en el País Vasco y Cataluña).

El regeneracionismo, se basa en criticar la Restauración y promover la regeneración y modernización de la política española. El gran pensador de este movimiento fue Joaquín Costa, que hablaba de desterrar mitos y modernizar la economía y la sociedad además de alfabetizar a la población (“escuela y despensa y siete llaves al sepulcro del Cid”). Planteaba también acabar con el sistema caciquil e implantar la transparencia electoral. Esta crisis volvió a provocar un movimiento intelectual de gran prestigio internacional la Generación del 98 (Valle Inclán, Pío Baroja, Azorín), caracterizados por su pesimismo por el país y su critica al atraso peninsular y que plantearon una profunda reflexión sobre el sentido de España y su papel en la Historia (menos glorias y más verdad crítica).
Las criticas al ejército lejos de mejorarlo lo que enquistaron en tesis autoritarias y volvió a su injerencia permanente en la política a la que culpó de sus fallos.
En política se intentó un nuevo renacimiento desde el mismo sistema nombrando a Francisco Silvela, como nuevo primer ministro que introdujo algunos elementos regionalistas y militares en el gobierno y efectúo tímidas reformas que aumentaron los tributos y crearon nuevos impuestos lo que llevo a revueltas de los contribuyentes y a que la regeneración quedará en un proyecto.
JV

jueves, 26 de enero de 2012

Mapas para analizar

Aquí tenéis los mapas que debéis trabajar:

 Mapa evolución guerras carlistas
Proceso de emancipación de América Latina
 jv

domingo, 22 de enero de 2012

Reflexionando sobre la crisis


Esta crisis que todo lo puede y que amenaza con remover la esencia básica de nuestro forma de vida, hace que la carga recaiga sobre la mayoría y no sobre los que la provocan. Está muy bien sintetizada en los siguientes análisis, que os propongo como vía de reflexión. No son de ayer, pero muestran que el problema viene de lejos y las respuestas deben ser otras:

"Cuando advierta que para producir necesita obtener autorización de quienes no producen nada; cuando compruebe que el dinero fluye hacia quienes trafican no bienes, sino favores; cuando perciba que muchos se hacen ricos por el soborno y por influencias más que por el trabajo, y que las leyes no lo protegen contra ellos sino, por el contrario, son ellos los que están protegidos contra usted; cuando repare que la corrupción es recompensada y la honradez se convierte en un autosacrificio, entonces podrá afirmar, sin temor a equivocarse, que su sociedad está condenada." Ayn Rand (1950).

"La política es el arte de buscar problemas, encontrarlos y aplicar las soluciones equivocadas". Groucho Marx.

Vicente también plantea otras claves del problema:
http://vicentecamarasa.wordpress.com/2012/01/21/entender-la-crisis-de-la-eurozona-leyendo-novela-negra-con-el-agua-al-cuello-petros-markaris/

jv

miércoles, 18 de enero de 2012

La crisis del Antiguo Régimen (Tema 11), una propuesta de análisis.

LA CRISIS DEL ANTIGUO RÉGIMEN

Este proceso histórico debe situarse en el cambio profundo que las ideas ilustradas produjeron en la sociedad del Antiguo Régimen, que no supo o no quiso asumir los cambios que le demandaba la sociedad:
• El despotismo ilustrado no fue capaz de canalizar los profundos movimientos sociales que demandaban cambios, al ser un impulso desde arriba.
• Era necesario un proceso revolucionario desde las bases sociales que modificará las estructuras y aquí la Revolución Francesa, pero sobre todo su difusión por Europa, puso las bases de un cambio que no se concretaría definitivamente hasta finales del siglo XIX y que en mi opinión sólo la 1º Guerra Mundial permitió consolidar.
• 1815 marca el último intento del Antiguo Régimen por no desaparecer pero muchas cosas habían cambiado. Las Declaraciones de Derechos del Hombre y el Ciudadano, recogidas en la Constitución de 1791, fueron definitivas.

11.1 La Crisis de 1808. La Guerra de la Independencia y los comienzos de la revolución liberal.
Carlos IV accede al trono en 1788, sólo un año después se produce la Revolución Francesa, esta nueva situación conlleva:
• Se produce una paralización total de las reformas emprendidas, ante el miedo a la propagación sobre todo de los planteamientos más radicales.
• El monarca participa en el intento de las monarquías absolutas de derrotar a los revolucionarios por las armas.
• La derrota de las monarquías y el ascenso de Napoleón obligan a Godoy a maniobrar en relación con Francia, en un intento de evitar un enfrentamiento, en un escenario de expansión de las tropas napoleónicas por Europa.

La figura de Godoy:
Carlos IV había confiado en este joven militar de origen plebeyo que mantenía con él y con la reina María Luisa de Parma una relación de amistad. Este hecho pone de manifiesto la vuelta a la figura del valido y a la desconfianza del monarca en los círculos cortesanos (hecho que juega en contra de Godoy).
Su política:
• Desamortización de tierras eclesiásticas, reducción del papel e influencia de la Inquisición (esto provocó que la Iglesia se pusiera en su contra)
• Potenciación de las sociedades económicas de Amigos del País (se atrajo a los burgueses, pero no a la nobleza)
• Protección de artistas e intelectuales (Goya, Jovellanos), hecho que alejó a los ilustrados de la Corte.
• En política exterior, pactos con Napoleón, enfrentándose con Inglaterra. Esto provocó la perdida de nuestra flota en Trafalgar (1807).
• El gran error fue el Tratado de Fontainebleau. Se autorizo que las tropas francesas cruzaran España para atacar Portugal que se repartirían España, Francia y el propio Godoy que obtendría un principado. Las reticencias de Fernando (Príncipe de Asturias) hacia Godoy se acrecientan. Esto de hecho ponía todas las facilidades a los franceses para invadir el país.
• Godoy consciente de la situación intenta sacar a los reyes del país y en Aranjuez, se produce un motín, que se ha planteado como popular, pero que fue dirigido por la nobleza palaciega y el clero que perseguían la destitución de Godoy y la abdicación de Carlos en su hijo Fernando VII que aglutinó en su favor a todos cuantos querían acabar con Godoy

Invasión y Guerra de la Independencia:
La petición de ayuda por parte de Carlos IV, permite a Napoleón tomar la decisión de invadir España, a fin de acabar con la debilidad y corrupción del régimen. Para ello convoca a Carlos IV y Fernando en Bayona para que ambos abdiquen a favor de Napoleón que nombra a su hermano José Bonaparte rey de España. Para ello convoca cortes en Bayona y dota al país de una nueva constitución (Estatuto de Bayona (1808-1812): un sistema bicameral con división limitada de poderes y un gran poder para José Bonaparte I).
Consecuencias:
• Se suprime el feudalismo (desamortización de tierras del clero, desvinculación de los mayorazgos y de las tierras muertas). Se implantan impuestos generales, se establecen normas para el acceso a cargos públicos, se abolió la Inquisición y se inicia la reforma de la administración.
• libertad de comercio e imprenta
• el país se divide en 83 prefecturas

De forma paralela a estos hechos se produce un alzamiento popular contra los franceses, aunque la represión fue brutal: hechos del 2 de Mayo, este movimiento espontáneo paralizo el movimiento de las tropas.
Una Junta asume el gobierno que se amplia con 2 miembros del Consejo, pero la población se organiza en Juntas locales y Provinciales que son conscientes de haber asumido la soberanía, aunque no se cuestiona la monarquía, sino que sólo se llena el vacío de su ausencia. Aunque si se enfrentan al Consejo de Castilla. En esta línea se organiza un Junta Central que declara la guerra al invasor y asume el Gobierno Nacional contra la que se levantan los miembros del Consejo de Castilla (Para Artola, este es el primer triunfo de la reacción en este siglo-1809- ).

La guerra, se llevó a cabo con un ejercito popular como el que se enfrentó a los franceses en Bailen y a través de guerrillas como las que dirigían Merino o el Empecinado que ponían en jaque a las tropas francesas, que no tuvieron tregua al no contar con el apoyo popular. La guerra de guerrillas fue una gran innovación que tiene su origen en las técnicas de resistencia de Viriato a los invasores romanos. Se trataba de hostigar al ejército, destruir sus instalaciones o asaltar cargamentos de avituallamiento que se compartían con la población civil.
Los sitios (Zaragoza y Gerona recuerdan a Numancia), las ciudades aguantaban el cerco invasor y permitían con ello la organización de la resistencia en otros lugares.
El gran error de Napoleón fue pensar que la guerra iba a ser rápida y sin resistencia, los sitios de Zaragoza y Gerona le impidieron llegar a Levante. Además los restos del ejercito regular español vencen a los franceses en Bailen en julio de 1808, de forma sorprendente, lo que impidió la toma de Andalucía y el repliegue hacia el Ebro abandonando Madrid.
Napoleón ante esta situación se desplaza a España y controla la situación con un despliegue de 250.000 hombres, aquí la labor de las guerrillas fue clave.
Desde mediados de 1812, la guerra cambia de curso y empieza a ser desfavorable para los franceses, la campaña de Rusia obliga a retirar tropas y Wellington empieza a apoyar a los guerrilleros en el hostigamiento, eran muchos frentes abiertos y Napoleón decide pactar el fin del conflicto en 1813 y las tropas francesas abandonan el país.

Los posicionamientos sociales ante el conflicto:
• Numerosos intelectuales, altos funcionarios y una parte de la alta nobleza, todos ellos integrados en el grupo de los afrancesados aceptaron a José Bonaparte, como una forma de mantener el gobierno del Despotismo Ilustrado que bebía de las ideas de la revolución francesa, garantizando que no se produjeran los excesos del Terror. Eran una minoría y tuvieron que exiliarse.
• El grueso de la población se integraba en el frente patriótico, se oponían a la invasión. Se trata de nobleza y clero con ideas muy tradicionales y que buscaban la vuelta de una monarquía de antiguo cuño personificada en Fernando VII.
Los ilustrados, donde debemos integrar a personajes como Floridablanca y Jovellanos, que querían una monarquía tradicional pero que impulsará la modernización del país. Se sitúan contra los franceses.
Sectores liberales, creían en la monarquía parlamentaria liberal, eran nuestros girondinos. Soberanía Nacional, división de poderes, constitución, acabar con los gremios y desarrollo del capitalismo más ortodoxo.
Masas populares, esencialmente monárquicas y defensoras de la Iglesia católica, como base de un sentimiento patriótico contra el invasor extranjero, pero que en su lucha tomaron conciencia de su capacidad revolucionaria. No obstante como dice Fontana, la revolución española fue una revolución ambigua, se hace contra un monarca (José Bonaparte), pero no contra el sistema monárquico, no existió revolución social.

11.2 Las Cortes de Cádiz y la Constitución de 1812.
Proceso de formación de las Cortes:
Desde el estallido de la guerra, la vertebración política se articula a partir de las diferentes Juntas locales y provinciales que envían representantes a la Junta Central Suprema, órgano encargado de coordinar las acciones bélicas y dirigir el país. Como figuras relevantes de está se encuentran antiguos personajes relevantes de gobiernos anteriores como Floridablanca y Jovellanos.
• Un elemento clave es que la Junta reconoció a Fernando VII como rey legítimo de España y asumió el poder de forma interina hasta su regreso (Se trata de un movimiento que en ningún caso cuestiona el poder del monarca).
• La Junta ante la ofensiva francesa tiene que huir de Madrid a Sevilla y se instala en Cádiz desde 1810 (esta ciudad va a resistir apoyada por los ingleses).

La Junta no fue capaz de gestionar debidamente la guerra y decide convocar Cortes a fin de que los representantes de la Nación asuman las medidas a tomar, disolviéndose en enero de 1810.
La elección de los diputados fue compleja al igual que sus reuniones, en un país dominado por los franceses y con las dificultades para elegir miembros. El ambiente liberal de la ciudad hace que los elegidos sean proclives a estos planteamientos, que sin embargo no son reflejo de los sentimientos generales del país como veíamos anteriormente.
Las Cortes se abren en septiembre de 1810 y el sector liberal consigue un primer triunfo al constituirse una cámara única, frente a la tradicional representación estamental.
• Un elemento clave de sus primeras sesiones es el reconocimiento del principio de soberanía nacional que se expresa a través de las Cortes.

La Constitución de 1812

• Se promulgo el 19 de Marzo de 1812 (S. José), de hay que popularmente se la conociera como la Pepa.
• Desarrolla por primera vez el concepto de liberal, en su sentido más progresista, aunque este concepto sufrirá una peculiar evolución.
• Pese a ello las concesiones a los sectores más conservadores representantes del absolutismo monárquico son muchos e importantes, quizás el más significativo es el mantenimiento de los derechos de la religión católica y la confesionalidad del Estado, en este sentido resulta significativo que de la libertad de imprenta sean excluidos, los libros religiosos.
• Se realiza no obstante una declaración de derechos del ciudadano, que bebe de los principios de la Rev. Francesa.: libertad de imprenta, igualdad ante la ley, derecho de petición, libertad civil, derecho a la propiedad y derechos fundamentales del hombre (igualdad jurídica, inviolabilidad del domicilio, derecho a la vida).
• La nación incluye a todos los ciudadanos tanto los peninsulares como los de las colonias lo que implica una equiparación legal que estará en la base explicativa del proceso de emancipación posterior.
• El Estado se articula como una monarquía limitada por las Cortes (división de poderes) que tienen la capacidad legislativa, la aprobación de los presupuestos y tratados internacionales, siendo el cargo de diputado inviolable y por dos años. El sufragio era universal masculino e indirecto.
• El monarca detenta el poder ejecutivo, en consecuencia dirige el gobierno, promueve las leyes y las sanciona y tiene veto suspensivo durante dos años (un mecanismo limitador del legislativo). En principio las Cortes pueden intervenir en la sucesión al trono y controlan a la Corona, ya que sus decisiones deben ser refrendadas por los ministros, que están sometidos a responsabilidad penal de sus actos.
• La administración de Justicia es competencia exclusiva de los tribunales (es independiente), y se establecen los principios básicos de un Estado de derecho: códigos únicos (civil, criminal y comercial), los jueces no pueden ser cesados y se establecen garantías en los procesos.
• La constitución contempla la reorganización del Estado a nivel local y provincial, la reforma fiscal y la concreción de mecanismos para crear una Hacienda Pública. Se crea un ejército nacional, con servicio militar obligatorio y se implanta una enseñanza primaria pública y obligatoria. Estamos ante planteamientos constitucionales que en su desarrollo encontraron muchos inconvenientes como tendremos oportunidad de ver.

La trascendencia del proceso y la viabilidad del mismo:
• Los legisladores desarrollaron su labor en un ambiente de revolución frente al enemigo exterior y su optimismo legislativo fue más teórico que práctico.
• Elaboraron una constitución muy avanzada para una sociedad desestructurada por la guerra y que no había interiorizado los conceptos liberales que se proponían.
• Se pretendió reestructurar una sociedad que no estaba preparada para cambios tan profundos y que no fue consciente, ni apoyó de forma mayoritaria estos cambios. Podemos afirmar que fue un intento de implantar la visión progresista de una minoría sobre una mayoría que tenía otros problemas.
• Se intentó acabar con el Antiguo Régimen e implantar un estado liberal: se suprimen señoríos, libertad de trabajo, anulación de gremios, abolición de la Inquisición e inicio de la desamortización y la reforma agraria (pero el proceso nació viciado por el peso que la religión tenía en la propia configuración del Estado). En consecuencia su aplicación practica fue casi nula al no poderse aplicar lo legislado, la vuelta de Fernando VII y con él del absolutismo abortó la experiencia liberal.
• Su más importante logro fue que se convirtió en un ejemplo para muchas constituciones europeas y americanas y fue la base sobre la que se intento organizar el constitucionalismo español del siglo XIX, pero no fructificaría hasta mucho tiempo después.
En conclusión: El ímpetu revolucionario no caló en una sociedad muy tradicional y falta de una clase media dinámica. La Constitución de 1812, fue una ilusión que intentó modernizar el país pero que no permitió a éste salir de su atraso y se produjo una regresión.

11.3 Fernando VII: Absolutismo y liberalismo
El Tratado de Valencia a finales de 1813, supone el reconocimiento de Fernando VII como monarca legítimo y su vuelta al país.
El problema principal era que un monarca absoluto, que no olvidemos había abandonado a su pueblo, debía convertirse en un monarca constitucional.
Este era un cambio impuesto por las circunstancias históricas y en ningún caso era algo asumido o interiorizado por él.
Los liberales eran muy conscientes de esta situación y por ello querían que volviera a Madrid jurará la Constitución y se comprometiese a respetar el nuevo marco político. El rey se mostró cauto y conciliador. Pero serían las fuerzas más reaccionarias las que maniobraron a fin de aprovechar la oportunidad para reinstaurar el Antiguo Régimen para ello elaboraron el Manifiesto de los Persas que suponía el apoyo incondicional a la restauración del absolutismo y buscaron la adhesión del pueblo a través de propaganda fomentado la idea de que él era “el Deseado”. Fernando VII se apoyó en Palafox y en los diputados absolutistas que como vemos pedía la vuelta del Antiguo Régimen, criticando las Cortes de Cádiz y promoviendo una monarquía sólo limitada por Cortes con estamentos.
El 4 de Mayo de 1814, Fernando VII da un golpe de estado por Real Decreto, justifica Bayona, condena el proceso revolucionario y propone la convocatoria de unas Cortes al estilo antiguo. Se inicia una fuerte represión donde Fernando VII juzga e impone las penas.

Se toman las siguientes medidas:
-Se restablecen los privilegios, las contribuciones indirectas, se restauran los gremios y los privilegios de la Mesta así como el régimen señorial, se devuelven los bienes a la iglesia y se exigen pruebas de nobleza para entrar en el ejército.
**Estas medidas se apoyan en un contexto internacional muy favorable a estas tesis, Napoleón había sido derrotado y las potencias vencedoras se habían impuesto, en el Congreso de Viena, restaurar el viejo orden en Europa. La Santa Alianza garantizaba la defensa del absolutismo y el derecho de intervención en cualquier país para frenar el avance del liberalismo.

Se inicia así un nuevo tiempo caracterizado por:
• El país queda hundido, la población muy diezmada por la guerra, hambre y peste, sin fuentes de riqueza, con una importante deuda externa y con un problema fundamental: ¿Cómo solucionar los problemas económicos sin tocar la estructura sociopolítica?
• Se vuelve a una política de abastos y precios fijos. La imposibilidad de tocar los privilegios hará que las reformas en la Hacienda sean imposibles.
• La oleada revolucionaria ha llegado a América, se pierden las colonias, el comercio gaditano, catalán y bilbaino entran en una profunda crisis. Se ha perdido el tren industrializador, se sigue pensando en la riqueza de la tierra.
• Los liberales buscan en el ejército descontento el apoyo para derribar el absolutismo. Esto dará lugar al militarismo y a la implicación del ejército en política, elemento de tan funestas consecuencias para el país.

EL TRIENIO LIBERAL (1820-1823)
• Los liberales encabezados por la creciente burguesía comercial se oponen al régimen y conspiran contra él.
o En 1814 se produce el pronunciamiento de Espoz y Mina en Pamplona, que fracasa.
o En 1815, Díaz Porlier en la Coruña lo intenta de nuevo, pero aunque es apoyado por la burguesía gallega, su movimiento es aplastado por la reacción, que cuenta con la iglesia, quien toma decidido apoyo por la causa tradicionalista
o Las revueltas y pronunciamientos se suceden entre 1815-1819.

• El Pronunciamiento de Riego en 1820 triunfa, con apoyo de las tropas acantonadas en Cabezas de San Juan (Sevilla) para ir a luchar a América. Se proclama la Constitución de 1812 que es jurada por Fernando VIII.
o Esta revolución se exporta a Nápoles, Piamonte, Portugal y los Decembristas rusos. Aunque sólo triunfará en Grecia.
o Se abolió la Inquisición, se intenta racionalizar a la iglesia, con la supresión de órdenes y la reducción de conventos (En un año se suprimen 1000)
o Se intenta una reforma agraria con un mercado libre y con venta de tierras que cree una clase social de propietarios que luche contra el absolutismo.
o Se abolió el régimen señorial, estableciéndose la libertad de industria y la libertad del cerramiento de tierras.
o Se promulga un nuevo código penal
o En materia tributaria se establece un mecanismo de cupos provinciales para pagar los impuestos.
o Se crea la Milicia Nacional un cuerpo armado de voluntarios, formado por clases medias, esencialmente urbanas, con el fin de garantizar el orden y defender las reformas constitucionales.

El rey tiene que aceptar por fuerza muchas de estas medidas, pero trabajará para ralentizarlas o obstaculizarlas en un doble frente: a través del derecho de veto que le otorga la Constitución y conspirando de forma secreta contra el gobierno, buscando el apoyo extranjero para una intervención.

La nobleza tradicional y la iglesia juegan sus cartas, perjudicadas por supresión de ingresos tradicionales (diezmos y venta de bienes monacales), esto lleva a sublevaciones armadas en diferentes zonas muy tradicionales (Navarra, Galicia y El Maestrazgo) y a la instauración de una regencia absolutista en Seo de Urgel.
Además se verificó lo que podríamos llamar una oposición interna, desde los grupos más progresistas. Los campesinos vieron como la reforma no comportó un reparto de la tierra y una rebaja de los impuestos. Los antiguos señores eran ahora propietarios y ellos se convertían en arrendatarios, sino pagaban perdían sus tierras y derechos tradicionales sobre las tierras. La monetarización de las tradicionales rentas en especie, obligaron a los campesinos, aún en una economía de subsistencia a operar en los mercados (escasos y mal vertebrados), lo que provocó que no consiguieran el dinero suficiente para pagar los impuestos, esto los empobreció y los hizo más indefensos, se enfrentaron a los liberales.
Por otro lado los liberales más exaltados (se está produciendo la separación entre liberales conservadores y liberales progresistas), pedían acelerar las reformas y enfrentarse y acabar con la monarquía, aquí sectores del ejército, los intelectuales y la prensa apoyaron decididamente este proceso. En este contexto debemos encuadrar la sublevación de la Guardia Real en 1822, que lleva a un exaltado al poder: Evaristo San Miguel que ahonda en la desamortización, radicaliza la reforma fiscal y derrota a la Regencia de Urgel.

La Década Absolutista (1823-1833)
La solución llegó por la intervención exterior. En el Congreso de Verona, la Santa Alianza decide la intervención en España, con la oposición de Inglaterra. Francia organiza a los Cien Mil Hijos de San Luis, al mando del Duque de Angulema y con el apoyo de los realistas españoles.
Fernando VII recupera el poder emite un decreto absolutista y comienza una feroz represión que afecta a la administración y al ejército. 45.000 soldados franceses mantiene a la Corona hasta 1828, pagados por España. Comienzan los levantamientos ultraderechistas de las Juntas Apostólicas, primer ensayo de las guerras carlistas.
La única vía de cambios se originó en la imperiosa necesidad de solucionar los graves problemas económicos, que a los tradicionales unían ahora la pérdida definitiva de las colonias, lo que llevó a un estricto control del gasto público, ya que era imposible aumentar la recaudación sin tocar los privilegios fiscales de la nobleza.
En este sentido a partir de 1825, el monarca se abre a colaborar con el sector más moderado de la burguesía financiera e industrial de Madrid y Barcelona. En 1829 se promulga el Código de Comercio que estaría en vigor hasta 1885 y que decretaba la libertad de Sociedades Anónimas y se establece un arancel proteccionista para las manufacturas catalanas. El régimen quería aparentar que no es inmovilista y lleva a cabo pequeñas reformas administrativas, que sin embargo se ven trufadas con medidas antieconómicas como el cierre de Universidades en 1830.
Pese a todo el sector más conservador y tradicionalista vio con malos ojos las pequeñas reformas y que no se tuviese más mano dura con determinados sectores anticlericales. En Cataluña a partir de 1827, se levanta partidas realistas que reclaman el poder para los grupos más ultra conservadores y que defendían la vuelta a la costumbre y fueros tradicionales. Estos se agrupan en la corte entorno a Carlos María Isidro, hermano del rey y previsible sucesor, ya que el rey no tenía descendencia.

11.4 La emancipación de la América española
La política de los Borbones en América había propiciado una cierta reactivación del comercio y la puesta en explotación de numerosas plantaciones (café, azúcar, tabaco) trabajadas con mano de obra esclava de origen africano. Este crecimiento económico propició el desarrollo de un grupo burgués criollo, que imbuido de las corrientes filosófico-políticas que llegaban de Europa, tomo conciencia de su situación de sometimiento a la metrópoli y buscó su identidad frente a un enemigo cada vez más focalizado.
Las claves del descontento se pueden resumir en:
• Trato discriminatorio hacia los criollos en la administración y cargos coloniales.
• Control de la metrópoli de su economía que además se veía gravada con fuertes impuestos.
• El triunfo del proceso de Independencia de Estados Unidos fue un modelo a seguir.
• El apoyo decidido de Gran Bretaña que quería controlar el comercio americano y que financió y azuzó los movimientos independistas.

El proceso de independencia:
A partir de los hechos de 1808, el aparato administrativo colonial se vio seriamente dañado, la respuesta en América a la ocupación napoleónica fue similar a la de España, se articularon Juntas a imitación de las españolas se hicieron con el control del territorio, esto puso las bases de la potencialidad de una organización independiente de la metrópoli, pese a que se mantenía una vinculación y fidelidad a la Corona.
Los dos grandes focos secesionistas se situaron por una parte en el Virreinato de la Plata, donde José de San Martín proclamó, en 1810, en la ciudad de Buenos Aires la independencia de la República Argentina. De otra en el Virreinato de Nueva Granada y Venezuela, se consolidó otro gran líder del proceso de emancipación: Simón Bolívar.
Estos movimientos fueron muy similares a las revueltas burguesas europeas, en el sentido de que no se intentaba cambiar el sistema sino sustituir el grupo que lo dirigía.
Un tercer foco con una dimensión más popular y menos burguesa se situó en México con el levantamiento de los sacerdotes Hidalgo y Morelos. Aquí el enfoque fue más revolucionario se produce un movimiento campesino canalizado por una protesta mestiza e india que fracaso por la intervención conjunta de realistas y criollos. Curiosamente pedían la división de la gran propiedad y la abolición de las diferencias de casta y la esclavitud.
La situación en la metrópoli no permite una intervención militar directa hasta la restauración de la monarquía, es en este momento donde se puede hablar de auténticas batallas coloniales donde se enfrentan ejércitos criollos con ejércitos españoles (recordar que los militares que utilizó Riego para su levantamiento iban a luchar a América).
En este momento los episodios revolucionarios dan paso a una guerra en toda regla con la intervención de dos generales carismáticos Bolívar y San Martín que cuentan con el apoyo de Gran Bretaña y sobre todos con el de Estados Unidos que aplica la doctrina Monroe (1823): “América para los americanos”. Este apoyo es crucial en el futuro ya que la colonización económica de tipo político fue sustituida por la colonización económica que implicó la sumisión política de los nuevos estados.

En cuanto al desarrollo del conflicto la clave estuvo en acabar con el enclave realista de Perú que se convirtió en el gran bastión defensivo de los españoles. En 1816 San Martín reúne un ejercito en Mendoza que tras recuperar Chile (liberado en 1818 con apoyo de O’Higgins y constituido en república se va a unir al objetivo común de tomar Perú). En Chile se forma una marina de guerra que con apoyo inglés se dirige a Lima en 1820. En 1821 se declara la independencia pero los realistas resisten en el Callao y la Sierra y los criollos no apoyan el nuevo orden, San Martín pide ayuda a Bolívar.
Simón Bolívar es descendiente de la antigua aristocracia criolla del cacao de Caracas. Es un liberal de corte radical y con unas actuaciones muy personalistas. Para atacar Perú, se alía con Páez (Jefe guerrillero de los Llanos) y con la Legión británica formando un ejército de 3000 hombres que tras cruzar los Andes venciendo a los realistas en Boyacá (1819), con lo que domina Bogotá y parte de Nueva Granada. Con ello empieza a tomar forma la República de Colombia, en el Congreso de Angostura es elegido Presidente pero delega para continuar la guerra.
En 1821 entra en Caracas y Quito es liberado por Sucre. Las Victorias de Junin y Ayacucho en 1824 acaban con el poder colonial. En 1825 se independiza el Alto Perú que se llamará Bolivia. Perú y Bolivia quedan incorporadas a la Gran Colombia según lo pactado con S. Martín pero se separan muy pronto en 1827.
Sólo quedaba Uruguay en manos de los portugueses. Buenos Aires lucha contra Brasil y con la mediación británica se consigue su independencia en 1828, con lo que la emancipación queda concluida.

Conclusiones:
• El proceso de independencia se constituye como una vía de expresión de las elites criollas de ideología urbana a la que en un segundo momento se unieron las masas rurales, el ejemplo colombiano-venezolano es muy significativo.
• En general se trato de un enfrentamiento entre criollos y peninsulares en el marco de las revoluciones burguesas atlánticas. Los movimientos revolucionarios de base social, como el mejicano o el promovido por Miranda y Bolívar con los negros en las zonas de plantaciones no fructificaron.
• La independencia no fue un proceso ideológicamente planificado sino que las respuestas surgen como resultado de diferentes acciones. De hecho la lucha militar fue el factor fundamental de radicalización de las acciones emancipadoras.
• Un elemento clave y trascendente para la Historia de América Latina es la formación de ejércitos. Esto es importante por que si bien la revolución no produjo grandes transformaciones, si facilitó la movilidad social a través del ejército donde se podían superar los prejuicios de clase y casta. Esto explica la prolongación de la lucha militar y la continuación de los conflictos con las sangrientas guerras civiles a lo largo del siglo XIX y explica situaciones ulteriores en la historia más contemporánea.
• La idea de Bolívar de una América unida, poderosa y solidaría se mostró inviable. Se impuso la lógica de los intereses comerciales y de los grandes terratenientes que parcelaron los territorios a su antojo y conveniencia, el ejemplo de América Central es paradigmático.
• Los criollos olvidaron pronto los deseos e intereses de la gran mayoría de la población india, negra y pobre lo que dio lugar a convulsiones sociales que aún hoy no han concluido.
• El dominio español fue sustituido por el de Gran Bretaña y Estados Unidos. Los británicos conquistaron y controlaron el comercio sudamericano convirtiendo a los nuevos países en un amplio mercado para sus productos e influyendo en sus leyes y en sus gobiernos. Con la doctrina Monroe EEUU tomaría el relevo.

JV