domingo, 13 de diciembre de 2009

¿La Historia: departamentos estancos?


Un artículo de prensa publicado ayer, plantea un tema: la síntesis entre Renacimiento y Medioevo, abandonando la idea de contraponer ambas épocas como antitéticas.

Esta idea que se presenta como novedosa, no lo es en absoluto y me ha hecho recordar el viejo debate sobre los procesos históricos que Braudel explicó de forma magistral con sus procesos de larga duración. Estos movimientos transversales en la historia que rompen las convenciones cronológicas son algo básico para el conocimiento histórico.
Así, no decimos que el feudalismo es una realidad medieval pero luego hablamos de que la revolución inglesa de 1640 impidió la potencialidad de una nobleza de privilegios y terrateniente, hecho que permitió a Inglaterra entrar en la modernidad de la Revolución industrial. No hablamos muchas veces de que la Revolución francesa acabó con los derechos feudales en Francia, o más a más, no nos enseñan que la Revolución Rusa fue el final del feudalismo en Rusia, e incluso no se habla aún hoy de las monarquías feudales del Golfo. Como es posible si el feudalismo es algo vinculado a esa época oscura y desconocida que acabó con el florecimiento de algo llamado Renacimiento.
Lo cierto es que el Renacimiento es estudiado de forma tópica al igual que la Edad Media. Muchos de los grandes logros del “humanismo antropocentrista” no se pueden entender si el Medioevo. Dante escribió su Divina Comedia en medio de esa época oscura del Medioevo, por no hablar del Cancionero de Petrarca o del Decameron de Boccacio.
En relación con la teoría que habla: de que el antropocentrismo y el pensamiento racional se imponen a la teocracia, sería bueno ver que opina sobre esto Copernico –considerado uno de los padres de la Revolución científica renacentista y perseguido por esa teocracia desaparecida.
Otro lugar común es la singularidad italiana, pero se olvida que los grandes pensadores del momento, eran todo menos italianos: Erasmo, Vives, Tomas Moro, por citar algunos.
Es cierto que en este momento se debate sobre el papel de la teología en la sociedad. El renacimiento abrió nuevos caminos pero ideológicamente no se superó la escolástica, habrá que esperar a los pensadores modernos como Locke y Hobbes, con los que el pensamiento filosófico se emancipa del espiritual. En el renacimiento: el debate sigue en el plano religioso. El Luteranismo y el Calvinismo son teocracias; la predestinación habla poco de la libertad individual y de superación del referente irracional religioso, nosotros los españoles lo sabemos bien, dos siglos de defensa inopinada de unos valores nos arruinó y nos hizo pasar de ser los primeros a los últimos de la clase.
He querido que con esta reflexión os deis cuenta, de que la historia no son departamentos estancos sino bien al contrario, las compartimentaciones convencionales de ésta, no son sino un ejemplo de la teoría de los vasos comunicantes. Sin la evolución de los siglos XIV y XV, es imposible entender el llamado humanismo. La luz gótica alumbró el racionalismo cientifista del Renacimiento.

2 comentarios:

Ana dijo...

Me apunto a todo lo que sea evitar las categorías anquilosadas, la historia no puede etiquetarse como si fueran las signaturas de una biblioteca, aunque a muchos les gustaría, evita la disidencia.

Bravo por tu post

Vicente Camarasa dijo...

Ya te comenté esta mañana que aún no sé muy bien mi opinión pero dejo estas ideas para la polémica:
¿No tendrá algo que ver las culturas extraeuropeas en la conformación del Renacimiento, el Islam español que iluminó a Santo Tomás desde Averroes, de los emigrados griegos desde un imperio bizantino en descomposición a una Italia preparada socioeconómicamente para el Renacimiento?
Vicente