En estas fechas de excesos en casi todo, aunque este año se anuncie más austero por aquello de la crisis, os propongo tres enlaces que abordan esta bella aventura que es leer y que podemos añadir a nuestros objetivos de tránsito del solsticio de invierno:
El primero recoge, en una interesante edición, una muy sugerente apuesta esos libros indispensables para los jóvenes, que aunque hoy suenen a trasnochados pueden sernos de gran utilidad para consolidar un muy saludable hábito:
El segundo nos habla de los soportes de la lectura, yo sigo aferrado al libro editado, pero cualquier iniciativa es buena si el objetivo es disfrutar de la vida con un buen libro o e-book entre las manos:
El tercero es quizás el más controvertido ya que plantea que no siempre la lectura sirve para la reflexión y que muchas veces los lectores se quedan en la inmediatez del dato sin profundizar en el objeto de la lectura. Yo creo que sea como fuere, leer es muy recomendable aunque no siempre cumpla la función que se busca, al menos se trabaja la costumbre y eso andando el tiempo dará sus frutos. No obstante me parece un artículo para la reflexión que resulta procedente y que suscita un debate muy atractivo:
JV
4 comentarios:
Me ha interesado especialmente la tercera referencia. Desde hace un tiempo pienso cada vez más sobre ese capitalismo que había que refundar y que ahora nos come a base de deuda y de las cada vez más profunda modificaciones que está generando. Entre ellas ésta. Que la cultura dé dinero parece lógico para supervivencia pero lo que ahora cada vez más se pretende es convertirla en un puro negocio más, especulativo si es posible, algo que va contra su propia esencia.
Creo que estamos perdiendo los ritmos medios y largos por el consumo inmediato y, esto, a la larga nos puede traer muchas más complicaciones que la crisis de la deuda
Querido Vicente que te voy a contar, dinero y cultura nunca fueron buenos amigos, y más si queremos ver rendimientos materiales en algo que enriquece el alma pero no siempre el bolsillo.
Interesantes enlaces.
Sobre el tercero, apoyada esa idea del fin de la crítica por nuestro deficitario sistema educativo, que prefiere crear masas protegidas e incapaces, no ya de leer un breve texto sin pasar de la tercera línea, sino de dejarse moldear al son de la flauta.
Una lástima que pagaremos, sin duda.
Un abrazo
Esta claro Negrevernis, que nos costará caro. Un saludo.
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