Como cada año me gusta agradecer a la mujer su diferencia. Muchos confunden ser diferentes con no ser iguales. El tema es que no son iguales, son bastante más grandes que nosotros los hombres, porque aguantan mejor que nosotros el dolor, porque son la base de muchas economías y porque siempre están ahí para ayudarnos y compartir con nosotros nuestro viaje.
Está claro que yo pienso en mis mujeres, en aquellas sin las que mi vida no tendría sentido; en primer lugar la que me parió, a la que jamás podré agradecer suficientemente su decisión por luchar por mí y por sacarme adelante. Luego están aquellas con la que he compartido mi camino vital, a ellas les debo parte de mi yo actual y futuro, sin ellas la vida sencillamente no tendría sentido. Recuerdo y tengo presente a todas aquellas compañeras de profesión y en muchos casos amigas en las que siempre he encontrado consejo, apoyo y en muchos casos una gran sabiduría que han querido compartir conmigo. No pueden faltar las que me han hecho sufrir, ya que siempre compartirán conmigo un lazo indestructible y que son parte de mi historia.
Pero sobre todo quiero destacar que lo que más valoro de ellas es que son afortunadamente diferentes a mí, nos complementamos y juntos podemos hacer que el mundo evolucione hacia lugares bellos donde compartimos derechos y obligaciones pero sobre todo somos las dos caras de un mismo género: el humano que necesita de ambos para que desde la diferencia construyamos un mundo mejor. Bien es cierto que hoy, pese a lo que piensan algunos ministros trasnochados, la perpetuidad de la especie está asegurada sin necesidad de que nos compartamos mutuamente, pero yo que soy muy tradicional me gustaría poder seguir disfrutando de nuestras diferencias.
Os adoro mujeres y necesitamos seguir luchando porque en cada rincón del mundo vosotras y nosotros tengamos los mismos sueldos, la misma libertad y como no podía ser de otra manera los mismos derechos.
En vuestro día, que desgraciadamente aún tenemos que celebrar, quedan muchas cosas por hacer y muchos combates que afrontar. Siempre contaréis con este error genético del 25 % que aún os subyuga en muchos lugares de este planeta nuestro.
El otro día veía una triste noticia que nos situaba aún en una lucha por la igualdad que algún día dejará de ser una utopía para convertirse en una magnífica y estimulante realidad.
JV
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