En estos tiempos en que andamos posicionandonos sobre competencias y contenidos, siendo conscientes de que es un debate estéril, por que ambas son inherentes las unas a los otros y se complementan para interiorizar el saber, único objeto de nuestro trabajo. MI querido amigo Rafa, me remite un interesante artículo de Muñoz Molina que podemos contraponer con otro que leía ayer y donde se criticaban los métodos antiguos, que según el autor, aún se utilizan por algunos profesores. Este último plantea que el secreto está en la forma de enseñar, que efectivamente debe superar la repetición anual de apuntes amarillos, pero que tampoco tienen su panacea en una tablet, ya que, olvidamos siempre que para salir de la ignorancia estructural promovida por algunos poderes, necesitamos un sujeto activo que esté dispuesto a aprender y a trabajar, sin esto aunque nos vistamos con tutú y demos las clases desde la estación espacial será imposible conseguir nuestro objetivo, llenar el disco duro con materiales que obliguen a nuestros pupilos a ese arte tan decadente: pensar.
Articulo de Muñoz Molina:
Artículo de Carlos Arroyo
Leer ambos y sacar concluisones es una magnífico ejercicio.
JV
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