Hoy es un día en el que todos los trabajadores debemos reivindicar nuestro trabajo y nuestro esfuerzo en sacar a nuestro país adelante. Es un día esencial para exigir el derecho a un trabajo digno y que permita al que lo realiza mantener y cubrir sus necesidades esenciales y las de sus hijos.
Es triste que en el siglo XXI tengamos que luchar por derechos que tenían nuestros compañeros del siglo pasado pero que la voracidad especulativa y el desgobierno de los ultra-liberales nos ha llevado a una situación de precariedad y desempleo absolutamente inaceptables.
Hoy es más importante que nunca tomar las calles de forma pacífica y decir basta, no podemos seguir perdiendo derechos y libertades en pro de un equilibrio fiscal que sólo beneficia a los que han destruido nuestro sistema de garantías sociales y que pretende imponer un sálvese quien pueda que no podemos consentir. Si el Estado no sirve para redistribuir y apoyar a los más desvalidos de nuestra sociedad, dándoles sanidad, educación y respaldo en sus necesidades más elementales sencillamente no es útil. El Estado es deficitario por definición por qué debe y es su sentido fundamental procurar el bienestar de sus administrados. El servicio público no es una obligación para medrar y enriquecerse sino para gestionar con sentido común y voluntad de redistribución, la riqueza de nuestro país para beneficio de todos y para todos y no el cortijo de unos pocos desaprensivos.
Es por ello que debido a que no nos escuchan, nos engañan y en el mejor de los casos se ríen de nosotros, hoy debemos estar todos en la calle exigiendo lo que es nuestro y defender los intereses de todos los que vivimos de nuestro trabajo y afortunadamente "no nos hemos hecho a nosotros mismos" (este modelo cuando menos da miedo, creo que no necesitamos de poner ejemplos basta con leer cada día la prensa).
JV
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