viernes, 9 de octubre de 2009

Hoy: el día que no existió.



Hace hoy 427 años fueron suprimidos de un plumazo los 10 días de octubre para adecuar a los movimientos solares el calendario. En un día como hoy se instauró el calendario Gregoriano para sustituir al Juliano que estaba vigente desde el 46 a. C, un tal Julio Cesar que lo vio claro. Con ello Gregorio XIII, siguiendo los consejos de su astrónomo Christopher Clavius, solucionaba el problema del calendario anterior: el año juliano tenía 11 minutos y 14 segundos más que el año solar lo que había provocado que la diferencia acumulada hiciera que el equinoccio de primavera se adelantara en diez días.


Esto suponía un gran problema ya que la fecha de la Pascua tomaba como referencia el mencionado equinoccio y las fiestas religiosas se descuadraban en el calendario, con todos los inconvenientes económicos asociados. Conviene no olvidar que los tributos se pagaban en función de las cosechas que seguían un ciclo vinculado a las estaciones y la Iglesia no podía permitirse cobrar a destiempo. Que os voy a contar al final siempre la pela.

Con la eliminación de estos diez días desaparecía el desfase con el año solar, y para que no volviera a producirse, se eliminaron en el nuevo calendario tres años bisiestos cada cuatro siglos. Con ello todo se cobraba en su momento y todos tan contentos.

Pero no todo fue bonito, países como Italia e Inglaterra no adoptaron el calendario y intentar cuadrar hechos históricos en estas fechas se convierte en un puzzle, donde debemos restar 10 días, aunque ha esto estamos acostumbrados los historiadores que si unas Kalendas y unos Idus, que si la Era hispánica. Nada la magia de este apasionante oficio, el de investigador del ayer.

Otra de esas consecuencias curiosas es que en los países ortodoxos, la aplicación del Calendario Gregoriano se dilató hasta el siglo XX, en muchos casos. Por ello, siempre estudiamos la Revolución de Octubre como parte de la Revolución Rusa, pero por estas cosas de la historia y los calendarios, octubre era en Rusia aunque en el resto de Europa era noviembre.

Como siempre os digo la historia nos enseña a entender el presente y bien utilizada a planificar el futuro, lo malo es que se estudia poco, tenemos un memoria de pez y el timo de la estampita campa por nuestro devenir a sus anchas. C`est la vie

1 comentario:

Anónimo dijo...

Muy interesante, como siempre.
Vicente