Esta instantánea muestra eso: un paisaje poco definido, aún por trabajar, con pequeños brotes, que andando el tiempo, florecerán si les ponemos entusiasmo, criterio y mucho trabajo. Es el nuestro, un trabajo de compromiso personal, de acompañar y abrir al alumno en nuevos territorios que debe conquistar, fomentando su capacidad de razonar, de establecer relaciones entre informaciones diversas y en algún caso contradictorias, de manejar nuevos términos que expresan conceptos que debe asimilar para ser utilizados en el futuro dentro de un espíritu critico, teniendo muy claro que lo importante de este viaje no es su final sino la posibilidad de realizar un fructífero trayecto que llene de vivencias y conocimientos ese espacio en blanco marcado por las pisadas de los que nos antecedieron, que debemos recorrer para forma parte de nuestra historia que a la postre es la historia de todos.
Ningún curso es uno más sino uno nuevo lleno de encuentros, descubrimientos y decepciones. Con este post quiero agradecer todo lo que me llevo que ya forma parte de mi, lo malo está olvidado aunque forma parte de todo lo que debe ser mejorado en el nuevo proyecto que nacerá en Septiembre. Nos veremos o no, eso importa poco, lo genial fue que nos hemos conocido.
1 comentario:
Qué bonito... y verdadero
Vicente
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